En los últimos siete días cayeron entre 40 y 120 milímetros en la región
núcleo (la principal zona agrícola) y esta gran cantidad de agua comenzó a
complicar el estado del cultivo de trigo.
Según un infome de la Bolsa de Comercio de Rosario, en los suelos bajos
sembrados con cultivares de trigos más tardíos, empezó a aparecer manchones por
acumulamiento de humedad y en consecuencia, podredumbre de plántulas lo que
traería una menor productividad por hectárea.
Además, volvieron los problemas para transitar los caminos, sobre todo en
aquellas zonas que todavía contaban con agua sin escurrir de los anteriores
eventos pluviométricos.
Esta situación se agravaría ante pronósticos que anuncian inestabilidad y
fuertes tormentas durante los próximos seis días.
Pese a esto, la Bolsa rosarina aclaró que en general, las lluvias
beneficiaron el desarrollo de los trigos que no contaban con humedad en
superficie.
"Casi cerrando el entresurco, el cereal macolla en muy buenas condiciones, sin problemas sanitarios o de insectos de relevancia", destacó el informe.