Por la baja de los precios, de 23% en soja y 20% en maíz entre una campaña y otra, los rindes de indiferencia, necesarios para cerrar las cuentas, tuvieron un incremento de hasta el 50 por ciento.

Según un informe de Esteban Barelli, técnico de Investigación y Desarrollo de Aacrea, en el sur de Santa Fe, en soja en el ciclo 2013/2014 el rinde de indiferencia -con la soja a US$ 300 e incluyendo desde costos de implantación hasta arrendamiento- era de 32 quintales por hectárea. Para esta campaña, 2014/2015, con la soja en US$ 230 trepó a 38 quintales, un 19% más. En esa región, el rinde promedio zonal es justamente de 38 quintales, con lo cual el rinde de indiferencia en campo alquilado empató al resultado productivo.

En maíz, allí el rinde de indiferencia, siempre incluyendo el alquiler, pasó de 92 quintales a 124 quintales, una suba del 34%. En la zona el rinde promedio es 100 quintales, con lo cual se pierde plata con el rinde promedio.

El NOA, en rojo

Para el NOA tampoco hay buenas noticias. En el ciclo 2013/2014, el rinde de indiferencia en soja era 25 quintales. Para esta campaña aumentó a 29 quintales. Allí vale recordar que el rinde promedio zonal es de 27 quintales.

En esa región, la peor parte se la lleva el maíz. Su rinde de indiferencia era de 83 quintales el año pasado y ahora, según el informe de Aacrea, se fue a 125 quintales en campo alquilado, un 50% más.

Se necesitan esos 125 quintales para no perder plata pero en el NOA el rinde promedio del maíz es de 58 quintales.

"Los resultados proyectados se han deteriorado respecto a la campaña pasada básicamente por la baja de la cotización de los productos y, seguidamente, por el incremento de los costos", subrayó Barelli.

Según el autor del trabajo, los buenos a excelentes rendimientos informados no alcanzan para compensar la merma de los precios y los aumentos de los costos.

"Al calcular los resultados proyectados con estos rindes se verifica una reducción de los márgenes respecto al año pasado y lo planificado al inicio de esta campaña. En cuanto a los costos, la mayor incidencia son aquellos pesificados, como labores, cosecha, gastos de comercialización y estructura, que con la dinámica macro, de inflación y tipo de cambio de la campaña, ajustaron los resultados", concluyó.

Números que condicionan

19

por ciento

subió el rinde de indiferencia para la soja en el sur de Santa Fe, al pasar de 32 a 38 quintales

58

quintales

es el rinde promedio del maíz en el NOA. Este año hay que sacar 125 quintales para no perder plata.