Las exportaciones de las economías regionales podrían volver a caer este año, según advirtió la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal).
En 2014, las ventas al exterior de este sector, que incluye entre otros productos a la uva en Cuyo, las aceitunas en el NOA, el té en el NEA, las peras y manzanas, la industria pesquera en la Patagonia y el aceite de soja en la región central, cayeron un 6,3%, a US$ 12.156,1 millones.
El año pasado hubo determinados productos que registraron fuertes caídas en los despachos al exterior, como aceite de oliva (-43,3%), dulces y mermeladas (-19,5%), productos lácteos (-7,9%), jugos (-26%), conserva de frutas (-60,6%), vino (-4,4%) y azúcar, que se desplomó un 69%, según los datos que compila la Copal.
En el primer bimestre de 2015, hay productos que siguen cuesta abajo. De acuerdo con datos del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), en los dos primeros meses del año, las exportaciones de peras disminuyeron 30% y las de manzanas, 56 por ciento.
"Con lo que estamos viendo para 2015 tenemos la sensación de que va a haber una caída más importante; las perspectivas no son alentadoras", dijo Mercedes Nimo, directora ejecutiva de Copal, en una presentación que realizó ayer para la Comisión de Economías Regionales, Economía Social, Micro, Pequeña y Mediana Empresa del Senado.
El presidente de la Comisión, el senador sanjuanino Roberto Basualdo (Bloque Producción y Trabajo) y sus colegas de Entre Ríos, Alfredo De Ángeli (Pro-Unión Por Entre Ríos) y de Corrientes, Eugenio "Nito" Artaza (UCR), además de asesores de legisladores de diversas fuerzas políticas, siguieron la disertación de Nimo.
Según Copal, el continuo aumento de los costos, los derechos de exportación, el impacto negativo de las devaluaciones en Rusia y en Brasil, la presión impositiva, la demora en los reintegros a la exportación, barreras en el comercio internacional y un tipo de cambio poco competitivo para algunos sectores marcan el cuadro actual de las economías regionales.
Reclamos
"No propiciamos una devaluación, sino una mejora de los costos y en la presión impositiva", señaló a LA NACION la directora ejecutiva de la entidad.
Según cálculos de los productores, en San Juan quedaron entre 20 y 30 millones de kilos de uva sin cosechar. Por los costos, los aranceles, los fletes y las retenciones, exportar desde allí un kilo de uva en fresco cuesta 30% más que hacerlo desde Chile. "El mercado está muy mal", dijo el senador Basualdo, que añadió: "No hay cosechadores porque la gente tiene miedo de perder el plan social. Con cuatro hijos tienen asegurados 2600 pesos. Y aquel que no tiene un plan también quiere tenerlo, así que tampoco quiere un trabajo en blanco."
La citricultura del Litoral es otro rubro golpeado, con productores que dejaron de cosechar naranjas. Según De Ángeli, en el sur de Entre Ríos y Corrientes hay unas 20.000 familias en riesgo. "En las economías regionales,, hay una carga fiscal que las dejó fuera de competencia. Hay que bajar la carga fiscal, sacar las retenciones, aliviar costos laborales y que los absorba el Estado para que haya más trabajo. El Gobierno tiene que desgravar impuestos", indicó.
Para Artaza, la situación actual es por "falta de política pública". Antes del cierre de su exposición, la directora ejecutiva de Copal advirtió que en Tucumán tendría que haber comenzado la zafra azucarera, pero está "retrasada" por la situación del sector. De hecho, ayer hubo una asamblea de productores en Tucumán.