ROSARIO.- El tradicional remate del primer lote de soja -que marca el inicio simbólico de la cosecha gruesa- sirvió de escenografía para que el presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario, Raúl Meroi, reiterara el pedido para "eliminar o reducir" las retenciones y planteara su rechazo a la segmentación de los derechos de exportación, planteada por el Gobierno. El presidente de la institución rosarina describió un escenario contradictorio frente al futuro cercano, con una cosecha récord, que podría llegar a 58 millones de toneladas, pero con precios un 35% más bajos que los del año pasado.
Sin lanzar duras críticas como en otras épocas, Meroi puso los puntos al gobierno nacional sobre la urgencia de eliminar o bajar de forma progresiva las retenciones, principalmente las que gravan el trigo, el maíz y el girasol. El directivo planteó su oposición a que se segmente el pago de los derechos de exportación. "El problema es generalizado y no se solucionará con medidas de segmentación por tamaño. Hay que atacar la raíz del dilema", afirmó. También pidió que "se termine definitivamente con las aperturas y cierres discrecionales de los registros de exportación y de las limitaciones en los plazos de las ventas al exterior".
Sobre la actual campaña de soja, Meroi habló de un contexto marcado por acontecimientos "contradictorios". Por un lado, la posibilidad de lograr un nuevo récord en la producción nacional, con una cosecha que rondará los 58 millones de toneladas. Pero al mismo tiempo, con la contracara del derrumbe en los precios internacionales de la oleaginosa, que muestran una baja interanual del 35%. "Esta caída golpea fuerte las finanzas de los productores, que deben afrontar, además, una detracción del 35% en concepto de derechos de exportación", dijo.
Ante un recinto de operaciones colmado de corredores y de dirigentes políticos, tentados por la campaña electoral de cara a las PASO del 19 de abril, Meroi dejó sobre la mesa los reclamos y pedidos sectoriales, y el secretario de Agricultura de la Nación, Gabriel Delgado, tomó la posta. Sin dar una respuesta tajante sobre el tema retenciones, principal inquietud del anfitrión, Delgado afirmó que en el sector agropecuario "el dueño de la tierra es el que termina definiendo el precio del producto, a costa de la economía del país".
Delgado señaló que el Gobierno hará cumplir la ley actual de arrendamientos para que "los contratos a corto plazo sean la excepción y no la regla". En marzo pasado, en una reunión en el INTA Oliveros, Delgado planteó la necesidad de convocar a distintos actores del sector agropecuario para comenzar a trabajar en la actualización de la ley de arrendamientos, que es de 1948. Como es posible que esa norma no sea aprobada este año, marcado por el cronograma electoral, la intención de mínima del Gobierno es que se cumpla la regulación en vigor (ley 13.246), que establece que los contratos de arrendamientos deben tener como plazo mínimo tres años.
En la práctica, sobre todo en la zona núcleo, los alquileres se cierran a doce meses. Éste es un reclamo renovado de la Federación Agraria Argentina (FAA), que también impulsa una nueva regulación.
Delgado anunció ayer que se estudia crear un registro de precios de arrendamientos para evitar desequilibrios en los valores de los alquileres. Lo que esgrimió el funcionario es que con contratos de varios años se mantiene una rotación de cultivos adecuada y se facilita el control de malezas. Pero cuando esto no ocurre, hay más probabilidad de encontrar malezas en estado avanzado, restando competitividad a la producción.
35%
caída
Es el porcentaje que bajó el precio internacional de la soja respecto de la campaña pasada.