El Banco Central compró el lunes US$190 millones, lo que le permitió revertir la posición vendedora con la que había finalizado la semana previa. Pero al cabo de 4 días la incesante inyección de divisa para contener la devaluación disolvió US$150 millones de los adquiridos al comienzo de la semana y el este viernes el saldo comprado semanal se redujo a US$40 millones, según operadores del mercado.
Los casi US$200 millones adquiridos por el BCRA el viernes correpondieron a un ingreso de divisas por parte de la firma Carrefour. Sin embargo, la demanda de dólares que le puso presión a la cotización oficial obligó al Central a quemar la mayor parte de ese caudal en la plaza.
Las estimaciones indicaban que el BCRA vendió este viernes unos US$45 millones en el mercado. El dólar oficial finalizó la semana con una preciación del 0,14%, en US$8,7975.
En este contexto, en el Gobierno se esperanzan con que la liquidación de la cosecha de soja aporte una cuota importante de óxigeno a las reservas del Central. En ese marco se inscribe el acuerdo que la Casa Rosada alcanzó con la Federación Agraria poniéndole punto final a hostilidades iniciadas en 2008.
Sin embargo, la retención de granos en silobolsas estaría duplicando a la del año pasado. Según informa este viernes la agencia Reuters los productores dicen que ese incremento en el acopio, que de un año a otro pasó de 3,4 millones a 7,4 millones de toneladas, se debe al aumento interanual del 12% en la producción de soja.
Ya se ha explicado numerosas veces que el acopio es una estrategia de los chacareros para cubrirse de la inflación y de una eventual devaluación. Además, la retención se produce en un contexto de caída de los precios internacionales de la soja. Este viernes la cotización de la tonelada cerró en US$354. El año pasado a esta altura, rondaba los US$520.
"El Gobierno utiliza toda la información y establece normas para presionar a los productores, pero ante el escenario incierto que enfrentamos los productores no acelerarán sus ventas", dijo a Reuters, Ernesto Ambrosetti, economista jefe de la Sociedad Rural Argentina (SRA), que nuclea a los agricultores de mayor escala.
En base a las estimaciones de la SRA y de las bolsas de granos locales, los 7,4 millones de toneladas de soja retenidos hasta el final de febrero representan alrededor del 14/03 de la cosecha 2013/14, que fue de unos 52 millones de toneladas.
Hacia la misma fecha del año pasado, los productores tenían acopiados 3,4 millones de toneladas, el 7,1 por ciento de una producción de 48 millones de toneladas.
Si los precios mundiales de la oleaginosa no suben este año, las existencias locales podrían dispararse. Los pronósticos para la actual cosecha 2014/15 están en un rango de 58-60 millones de toneladas, superando por lejos el récord de 53,4 millones de toneladas alcanzado -según datos oficiales- en el ciclo previo.
Los productores, que acaban de realizar una huelga comercial de tres días contra las políticas oficiales, esperan que el próximo Gobierno adopte medidas más amigables para los mercados. Mientras tanto, afirman que las regulaciones anti acopio no les impedirán seguir reteniendo granos de soja.
"Necesitamos silobolsas y las estamos comprando. Eso no va a cambiar", dijo a la misma agencia de noticias Santiago del Solar, un productor agrícola de la provincia de Buenos Aires.