Otra mala noticia recibieron ayer los productores y exportadores de frutas, afectados por problemas de competitividad y mercados externos en baja. Brasil decidió suspender la importación desde la Argentina de peras, manzanas y membrillos luego de haber detectado la plaga carpocapsa en 15 embarques.
Según informó el Ministerio de Agricultura de Brasil, los controles oficiales y privados adoptados por la Argentina "no fueron eficaces" para garantizar el suministro de productos libres de la plaga en Brasil.
"En cuestiones de defensa sanitaria y control de plagas y enfermedades, Brasil no puede transigir. La tolerancia será cero, independientemente del socio comercial", dijo en un comunicado la ministra de Agricultura, Kátia Abreu.
La carpocapsa, Cydia pommonella, según su denominación científica, también conocida como gusano de la pera y la manzana, es una plaga endémica en el país que afecta a los frutos de pepita y a los nogales de Cuyo y del Noroeste.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) tiene un programa nacional de supresión de la enfermedad, con participación del sector privado, debido a que la enfermedad provoca graves daños económicos.
Brasil, uno de los principales destinos para la fruta argentina, está libre de la enfermedad desde el año pasado. Ante el riesgo de contagiar sus frutales, decidió suspender los envíos.
En una declaración, el Ministerio de Agricultura de Brasil dijo que el gobierno argentino postergó para abril una inspección de auditores brasileños que estaba prevista para marzo. La visita forma parte del programa de mitigación de riesgos acordado por ambos países. Sin embargo, el organismo brasileño destacó que "es necesario mantener la fecha acordada" para que sea posible realizar una inspección en las plantas de empaque y en los frutales.
De acuerdo con la comunicación oficial, la prohibición tendrá vigencia hasta que el sistema argentino de controles sea reevaluado.
Según la agencia Reuters, en 2014 las importaciones brasileñas de manzana argentina totalizaron 46,1 millones de toneladas, con un valor equivalente a 48,8 millones de dólares, según datos del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior local.
Las exportaciones de manzanas y peras con origen en el Alto Valle de Río Negro, principal zona productora del país, tuvieron una caída de 30% en el primer trimestre de este año respecto de igual período del año pasado.
La caída de mercados clave como Rusia y Brasil, por la devaluación del real, afectó a los exportadores argentinos. Además, los productores realizaron protestas el mes pasado en reclamo de un aumento del precio promedio que percibían por la fruta. Eso llevó a que en enero pasado, por primera vez en muchos años, no se registraran exportaciones de peras y manzanas desde los puertos patagónicos y se agravara la situación económica de la región.