Cada vez me convenzo más que en el gobierno tienen un guionista que les arma el discurso para que los súbditos de CF lo repitan al pie de la letra al comienzo del día. Cuando el viernes pasado se sabía que era altamente probable que imputaran a CF, Timerman, D’Elía y otros más por encubrimiento de los responsables del atentado a la AMIA, todos los serviles del poder salieron al unísono a decir que eso era un golpe de estado y continuaron todo el día. Desde Sabbatella que afirmó muy suelto de cuerpo que: &"La imputación a Cristina es una acción más del golpe judicial que está en marcha&" hasta periodistas militantes k que decían que esto es un golpe de estado.
Según el criterio k, en alguna parte de la Constitución Nacional debe decir que CF es una ciudadana diferente, con más derechos que el resto de los comunes mortales que trabajamos todos los días y por lo tanto, todo intento de investigarla por un ilícito es un acto golpista. Es decir, para el credo k, CF es un ser superior al resto de los argentinos que no está alcanzada por las leyes que nosotros sí tenemos que respetar. Algo así como si tuviésemos una monarquía de hecho.
Es tan burda la forma de defenderse que tienen los k que el discurso parece estar dirigido más que nada a sus seguidores que a amplios sectores de la sociedad. Dicho de otra manera, hablan para ellos. Para su grupo de incondicionales que, como dice Hayek en Camino de Servidumbre, solo pueden encontrarse entre los peores elementos de la sociedad. La razón que esgrime el austríaco es muy contundente. Solo aquellos que están dispuestos a aceptar sin chistar las órdenes de su líder y a llevar a cabo las tareas más inmorales, pueden rodear a su líder. Nadie con principios, respeto por sí mismo y capacidad intelectual aceptará subordinarse a un líder sin formación intelectual, de extra vulgaridad y autoritarismo. Por eso tenemos el gobierno de los peores. CF con su estilo autoritario. Autorreferencial. Con esos discursos desde el atril que requieren de una escenografía especial. Con su legión de aplaudidores y luego la tribuna que tiene que cantar loas a la líder. Solos los peores elementos de la sociedad pueden sentarse a aplaudir incondicionalmente discursos inconsistentes desde el punto de vista conceptual y, encima, inventando números. Y solo los peores elementos de la sociedad pueden ir a cantar en los patios de la Casa Rosada. Basta con verles la cara y son casi adolescentes que ni seguramente ni conocen historia.
Ahora bien, alguien que necesita de todo ese montaje y aplaudidores para convencer a la gente sobre determinada medida es alguien inseguro o bien sabe que está mintiendo y necesita de la escenografía para tomar valor y seguir con su discurso mentiroso solo dirigido a ellos mismos. En cualquier caso, no es normal este comportamiento de hacer sentar a sus aplaudidores de siempre y llevar a los imberbes siglo XXI para que la vitoreen. Insisto, no es normal ese comportamiento.
En este contexto de muerte de un fiscal, imputaciones de encubrimiento, denuncias de lavado de dinero y enfrentamiento con la justicia por querer captarla, CF no puede darse el lujo de tener descontrolada la economía. Por eso mi impresión es que este va a ser un año muy duro en cuanto al nivel de actividad porque ella tendrá que elegir entre tener en la tapa de los diarios las denuncias por lavado de dinero o encubrimiento y, al mismo tiempo, título catástrofe con el blue a $ 20. Seguramente tendrá que apostar a la recesión para intentar llegar a octubre sin que estalle el mercado de cambios. Para Capitanich mentir sobre la recesión todas las mañanas es lo mismo que mentir sobre el blue. El problema es que con el blue saltando y la inflación disparada el malhumor de la gente es mayor. Lo que todavía no sabemos es si la gente aguantará sin chistar la caída del salario real, la desocupación y el cierre en masa de empresas. La economía está literalmente paralizada.
Mi impresión es que CF puede intentar llevar a la sociedad a un alto nivel de confrontación para esconder los problemas económicos. Pero también tiene el serio problema que cuando pierda los resortes del poder, el aluvión de juicios que puede llegar a caerle tanto ella como su hijo Máximo puede ser inmensamente mayor a lo que vimos hasta ahora.
Sobre el primer punto, cuando dijo a sus militantes ellos y nosotros, me parece que sigue pensando que el nosotros quiere decir que todavía tiene el apoyo del 54% de los votantes, si es que alguna vez efectivamente los tuvo. Por lo tanto, si el “nosotros” es enfrentar a “ellos” en inferioridad numérica, puede apostar a cualquier disparate institucional para sostenerse y victimizarse.
Argentina es un tembladeral y llegar a las próximas elecciones sin enfrentamientos forzados por los seguidores del gobierno es algo difícil de imaginar. No vaya a ser cosa que siendo el “nosotros” mucho menos del 54%, cuando lo descubra opte por la violencia para sustituir el rechazo de casi el 70% de la población.
Fuente: Economía para Todos