La campaña 2014-2015 es, sin dudas, la más complicada de los últimos años en lo que se refiere a malezas, por el avance de malezas resistentes y tolerantes a herbicidas en zonas donde ya tenían presencia y en nuevas regiones.
En este escenario, el año 2015 comenzó, lamentablemente, con dos nuevas alertas. Por un lado, se confirmó la resistencia múltiple a glifosato e inhibidores de la ALS (Imazetapir y Clorimurón) en yuyo colorado, en este caso Amaranthus hibridus (ex quitensis). El estudio estuvo a cargo de Diego Ustarroz y Pablo Belluccini, investigadores de las Estaciones de INTA Manfredi y Marcos Juárez, respectivamente, quienes trabajaron con un biotipo de Laborde, departamento Unión del sudeste cordobés.
Vale recordar que la resistencia a inhibidores de ALS y a glifosato en esta especie ya había sido reportada en 1996 y 2013, respectivamente, pero hasta el momento no en el mismo biotipo, lo que constituye así un nuevo caso de resistencia múltiple, es decir, resistencia a dos modos de acción herbicida diferentes. A nivel de campo, esto se venía viendo cada vez con mayor frecuencia y por eso se encontraba en Alerta Amarilla desde hace más de un año, pasando ahora a Alerta Roja, luego de los estudios mencionados.
Por otra parte, en el departamento Río Primero, del centro-norte cordobés, se detectó un biotipo de sorgo de Alepo resistente a glifosato con sospechas de presentar también resistencia a graminicidas del grupo de los inhibidores de ACCasa, en este caso específico a un herbicida “FOP” (dentro de los ACCasa se encuentran los grupos FOP, DIM y DEN).
Debido a esto, el especialista Diego Ustarroz se encuentra realizando estudios que permitan confirmar o descartar la sospecha. Se trata, entonces, de una Alerta Amarilla por resistencia múltiple a glifosato y ACCasa. La resistencia a glifosato en sorgo de Alepo es bien conocida y existen biotipos dispersos en una gran región de nuestro país, pero hasta el momento se controlaban con ese grupo de graminicidas.
Más aún, son los graminicidas postemergentes más utilizados a nivel nacional luego de la aparición de gramíneas resistentes, dentro de las cuales se encuentra el sorgo de Alepo. “Perder estas herramientas es de suma gravedad, porque es uno de los dos grupos de herbicidas selectivos en soja para el control de gramíneas resistentes a glifosato, quedando solamente los inhibidores de ALS, siendo estos lo que cuentan con mayor número de resistencias a nivel mundial, por lo que no puede abusarse de su uso”, señaló el ingeniero Pablo López Anido, director adjunto de la REM coordinada por Aapresid (Red de Conocimiento en Malezas Resistentes).
“Muy poco se ha venido haciendo en los últimos años para evitar la dispersión de los biotipos de sorgo de Alepo resistentes a glifosato; es urgente tomar medidas que eviten la dispersión de estos nuevos biotipos sospechosos que muy probablemente aparezcan también en otras zonas, debido al repetido uso de herbicidas de este grupo que se ha venido haciendo en los últimos años para controlarlos”, explicó el ingeniero Martín Marzetti, gerente de la REM de Aapresid. Al mismo tiempo, es indispensable generar y aplicar prácticas de manejo más diversas que retarden la aparición de nuevas resistencias.