El productor apuntó a un paquete tecnológico indispensable. Ni más ni menos. Sin embargo, esto tuvo una correlación en los rendimientos alcanzados luego en los lotes, que no llegaron a lo esperado.
"Los menores rindes se debieron a lotes de menor calidad, fecha de siembra retrazada por cuestiones climáticas y el escaso paquete tecnológico", reconoció Eduardo Belloni, técnico de Red Surcos en Tandil, en el sudeste bonaerense. Para esta región, contó el experto, los rindes fueron de 3200 a 6000 kilos. Allí se estima que el promedio quedó un 15% por debajo del año pasado.
Belloni también observó un paquete tecnológico "minimizado" en el sudoeste, la otra zona productora importante del sur provincial. En esa zona los rendimientos variaron de 1500 a 5000 kilos por hectárea. "En general, el paquete tecnológico fertilizantes-funguicidas fue bastante minimizado, principalmente por cuestiones económicas", afimó.
Ignacio Inchausti, referente de la misma empresa para Arrecifes, San Antonio de Areco y Mercedes contó que la tecnología utilizada fue la básica, con fertilización fosforada mínima a la siembra y, en algunos casos, con fertilización nitrogenada en macollaje.
El fungicida quedó "sólo para casos de alta necesidad".
Martín Cervera, técnico para la zona de Trenque Lauquen y General Villegas, también obsevó un comportamiento parecido. Allí fue "intermedia" la tecnología utilizada para producir el cereal y el empleo de fungicidas "mínimo, con utilizacion en lotes con alta presencia de enfermedades de hoja". Esta zona tuvo muy buena condición de humedad en el ciclo, aunque con anegamientos. Los rendimientos se ubicaron entre 3200 y 3400 kilos por hectárea, por encima de los 2800 a 3000 kilos de la anterior campaña.
Para Guillermo Garavaglia, referente para Las Parejas, Armstrong y Cañada de Gómez de Red Surcos, la tecnología fue "buena, con fertilizacion de base, fósforo y nitrogeno, y aporte de nitrogeno en macollaje". Las aplicaciones de fungicidas que se realizaron fueron mezcla de triazoles y estrobilurinas.
Manuel Frey, técnico para Nogoyá, Victoria y Gualeguay también observó fertilizacion fosforada a la siembra, pero "aporte de nitrógeno minimo al momento de macollaje en algunos casos".
Andrés Candelo, técnico de la Regional Juan Manuel Fangio (Mar del Plata, Necochea, Balcarce y zona), destacó que la baja en el precio del cultivo desmotivó la aplicación de tecnología. "Si bien en junio a julio el productor era consciente y estaba dispuesto a incrementar dosis [nitrógeno], a medida que bajaba el precio y subía el agua en los lotes el ánimo por el fertilizante se lavaba", dijo. Allí las lluvias de septiembre-octubre conspiraron contra las fertilizaciones ya realizadas.