PARANÁ.- Con la ilusión de que la presencia de periodistas visitantes permita amplificar sus protestas, distintos gremios, activistas y colectivos ambientales se manifestaron en esta ciudad en momentos en que deliberó la Cumbre del Mercosur.
Con una muralla de cuatro kilómetros de extensión que rodeó la zona de hoteles internacionales y centros de convención, pero también con un asueto provincial decretado el lunes pasado, el gobierno provincial intentó desalentar la manifestación. Sin embargo, ayer un par de centenares de productores agropecuarios protestaron frente a la Casa de Gobierno bajo una misma consigna: "La Argentina puede estar mucho mejor con otras políticas distintas".
"Queremos denunciar la desaparición de productores y que el Gobierno no hace nada frente a esa dramática situación. También planteamos la comparación de las políticas agropecuarias argentinas con las de otros países, que son totalmente distintas. Mientras acá, en la Argentina, se cierran frigoríficos, en Uruguay y Paraguay toman los mercados que nosotros dejamos y logran crecer", dijo a LA NACION Ricardo Garzia, dirigente local de la Federación Agraria Argentina.
La protesta fue convocada por las entidades que componen la Mesa de Enlace. Tras concentrarse en el ingreso al túnel subfluvial que une esta capital provincial con Santa Fe, los productores se dirigieron al centro cívico entrerriano, a unas cinco cuadras del lugar donde se desarrolló la cumbre de presidentes.
"La mayor diferencia con los demás países -agregó el productor- es la política de largo plazo. Salen a promocionar la carne argentina al exterior y, después, desde la Secretaría de Comercio cierran las exportaciones." Dijo que "Uruguay tiene un plan de abastecimiento de leche a Nueva Zelanda desde hace 20 años y con la carne ahora nos ha quitado los mercados a nosotros porque acá no hay políticas buenas".
En el marco de la Cumbre se realizó también el lunes una protesta convocada por la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) Autónoma, alineada con Pablo Micheli, mientras el titular de la CTA oficialista, Hugo Yasky, formó parte del partido de fútbol en el que un equipo integrado por el gobernador Sergio Urribarri enfrentó a un combinado boliviano que mostró a Evo Morales con la camiseta número 10.
La protesta multisectorial congregó a docentes, trabajadores estatales, ambientalistas, estudiantes universitarios y personal y profesionales de hospitales públicos.
El titular de la CTA de Entre Ríos, Esteban Olarán, se quejó de que "el gobierno diga que no hay plata para sueldos y hospitales, pero, sin embargo, terminan haciendo una inversión inestimada para una Cumbre de dos días".
"El asueto decretado por Urribarri -agregó ante LA NACION- ha sido la herramienta que el gobierno encontró para no discutir las necesidades reales. En los discursos dicen que les preocupan los días de clases y si los docentes hacen paro se los descuentan, pero ahora no se terminó el ciclo lectivo como correspondía y los centros de salud quedaron vaciados por el asueto. Esto es algo realmente vergonzoso."
En Entre Ríos, el ciclo lectivo escolar terminó con déficit en el dictado de días de clases. Todas las escuelas tuvieron menos de 170 días de actividades, pese a que la provincia adhirió a la ley nacional que fija que el ciclo lectivo debe garantizar por lo menos los 180 días de clases.
Es el caso de la Escuela del Centenario, una institución que data de 1914, donde las clases terminaron el 21 de noviembre porque allí sesionó parte de la Cumbre del Mercosur. El habitual movimiento de alumnos se vio de golpe reemplazado por obreros afectados a instalar equipos de acondicionadores de aire portátiles, arreglos de ventanas y pintura de paredes a todo ritmo para recibir a los mandatarios.
Las protestas en calles de la ciudad, el vallado de la zona residencial, la presencia de autos blindados, el vuelo constante de helicópteros y algunas actividades culturales paralelas modificaron la vida urbana de Paraná por dos días, en los que se desarrolló una Cumbre con pocas definiciones y muchos aplausos para un hecho histórico registrado lejos del lugar: el acuerdo al que arribaron Cuba y Estados Unidos para restablecer relaciones diplomáticas, a instancias del papa Francisco.