Cierra el año y si bien es renuente a trazar un balance no le gusta hacerlos según manda el calendario tampoco opone resistencia a diagnosticar pasado inmediato y presente de los sectores con los que permanentemente está en contacto: el agro y las finanzas. Para Ricardo Valderrama, el experimentado presidente del Mercado a Término de Buenos Aires (MATba), el saldo es positivo, después de haber atravesado una primera parte del año bajo fuertes condicionantes. Uno de los principales fue la ley de mercado de Capitales, que los "desafió" como entidad a adaptarse rápido a los nuevos estándares y clasificaciones para no sufrir la migración de sus miembros. Y lo logró.
Tuvimos un año duro. Pero estamos cerrándolo de la mejor manera como entidad. En mi visión, se viene un fortalecimiento del papel que tendrán los contratos a futuro, las coberturas para el hombre de negocios, para el productor, que necesita fijar un precio para no perder dinero en un mercado con los precios internacionales en baja.
La Ley de Mercado de Capitales los puso en una situación compleja...
Fue muy complicado porque temíamos que una parte del mercado no pudiera adaptarse a los nuevos requerimientos. Nos costó muchísimo buscarle soluciones. Recién en septiembre empezamos a recuperar los volúmenes de negocios que teníamos el año pasado. Por algunos meses, pensamos que íbamos a tener una caída del cuarenta por ciento en el monto negociado pero finalmente vamos a salir empatados con respecto el año previo. En nuestra visión es un éxito. Encontramos una figura que prevé la nueva ley, el Agente de Liquidación y Compensación, y esa fue la salida, una categoría que se adaptaba bien a la situación de numerosos agentes.
A comienzos de año habían anunciado nuevos lanzamientos de contratos financieros. ¿Cómo resultó el contrato de dólar futuro?
Está funcionando muy bien. Lo que ocurre es que no es fácil armar un mercado desde cero, hay competidores que hace años que están con esos contratos. Pero ya estamos en marcha, y nuestra plaza va a escalar muy pronto. Es el proyecto que tenemos y ya está en movimiento. A ello hay que sumarle un factor que por ahora lo evaluamos con cuidado y es que se creó una categoría que para hacer negocios de corredores de cereales, pero que no pueden hacer contratos financieros.
También pensaban en lanzar nuevos contratos, algunos que ya fueron enviados a la CNV...
Abrimos una veintena de lugares distintos de entrega con bases de mercado donde hay molinos. Que es lo mismo que habíamos hecho el año pasado con las granjas y las bases ubicadas en Entre Ríos para los productos tradicionales. A eso hay que sumarle los futuros de acciones de empresas argentinas cotizantes. Son índices que no tienen entrega de papeles. Por ejemplo tomás Tenaris, hoy vale $ 10 y hacés un futuro que va a ajustar con lo que va valer a fines de marzo. Lo tenemos presentado hace un año en la Comisión Nacional de Valores. Está en trámite y pensamos que va a salir en breve. Seguimos trabajando en este sentido.
Antes de la Ley ustedes ya tenían un convenio firmado con el MAE. ¿Sigue vigente?
-Sí, claro. Tenemos un convenio firmado que viene de antes de la Ley, pero lo adaptamos a la nueva Ley. Nos entendemos muy bien con la gente del Mercado Abierto Electrónico. Y el año próximo vamos a estar interconectados para que puedan realizarse cotizaciones cruzadas. Esto va a favorecer la operatoria.
Estamos en un momento con fuerte caída en el precio de las commodities. ¿Cómo afecta a los productores?
Ha sido y es un momento duro para el sector. Principalmente por los precios internacionales que hay. Por la caída en las principales materias primas que trae el fortalecimiento del dólar en el mundo pero sobre todo porque los productores no toman las coberturas financieras necesarias para que este recorte en los valores no se traduzca en una pérdida de su rentabilidad. Estábamos mal acostumbrados. Veníamos en un mercado alcista y si en algún momento un productor decidía ponerle un precio a su cosecha, generalmente perdía dinero porque la suba en el precio no la podía capitalizar. Pero ahora es al revés. Y nadie se preocupó por tomar una cobertura. Yo creo que el año que viene va a ser distinto.
¿Los precios seguirán bajos en 2015?
- Sí. Y los productores van a volver a los mercados porque necesitan cubrirse de las caídas en las commodities. Se perdió una fortuna. A muchos hombres del campo no le importa, no están especulando todo el tiempo sino que piensan en cómo ser más productivos para depender menos de los precios del mercado. El año pasado habían vendido su cosecha y después les llegó la devaluación de enero. En ese momento tampoco les importó. Ahora están esperando un ajuste del tipo de cambio y no llega. Hay mucho cheque dando vuelta. Mucha financiación hacia adelante porque se espera que haya una corrección cambiaria. Algunos señalan que si no se devalúa, el sector va a estar más complicado.
El Gobierno exigía que los productores vendieran para liquidar los dólares...
Fue un año atípico. No se aprovecharon los precios que se dan al final de una cosecha. El empalme de la cosecha vieja con la cosecha nueva. Para la soja fue desde septiembre en adelante. Los picos no se aprovecharon porque estaban esperando una mejora en el tipo de cambio y la segunda que el mercado iba a ser alcista. Está jugando en contra. El sector se arriesgó demasiado. De todas formas cada productor tiene el derecho a decidir qué hacer con su mercadería. No tengo dudas al respecto. Pero en esa toma de decisión, muchos pensaron que los silosbolsa era la respuesta natural a la pulseada con quienes en el Gobierno les exigían que vendieran la mercadería. Hoy muchos están perdiendo dinero porque los precios internacionales caen. Y es una lástima que al menos no tomaran una cobertura.