Esta campaña, Nidera abrió las puertas de dos de sus campos experimentales, El Recuerdo, en Venado Tuerto, y La Ballenera, en Miramar, para mostrar la fina sintonía que mantiene desde hace décadas su Programa de Mejoramiento de Trigo. En ambos casos, productores y asesores tuvieron la oportunidad de ver a campo cómo tantos años de adaptación, combinando el alto potencial de rendimiento de la genética francesa con la adaptabilidad y la sanidad de la sangre argentina, dan resultado haciendo frente a las dificultades de cada ambiente.
El 3 de diciembre la cita fue en La Ballenera, en el epicentro de la principal zona triguera del país. Allí, Esteban Palmer, gerente de la Región Sur de Nidera, explicó que “las lluvias abundantes de este ciclo actuaron a favor de los cultivos de la cosecha fina en el Oeste, determinando un aumento de la superficie dedicada a estos cultivos y un incremento muy significativo de los rindes, mientras que en el Este hubo pérdidas por anegamientos y caída de rendimientos esperados”.
Al respecto, Marcos Kaspar, fitomejorador del programa de investigación en trigo de Nidera, señaló que “en La Ballenera ya llevamos acumulados 1.300 milímetros en lo que va de 2014, lo que lo define como el más llovedor de los últimos 30 años. Mientras que las temperaturas están 2 a 3 grados por encima de la media”.
“Estas dos variables combinadas han causado distintos efectos que condicionaron el desarrollo de los cultivos -continuó Kaspar-, ya que en algunos materiales hemos visto poco macollaje, mientras que a otros que tienen requerimientos de vernalización les costó espigar. Afortunadamente, a partir de septiembre-octubre el clima se empezó a normalizar por lo que creo que finalmente en el Sudeste vamos a tener una campaña normal”.
Los trigos que vienen
Frente a más de 100 productores y técnicos que asistieron a la jornada, Kaspar presentó los cultivares de trigo que hoy se destacan en la paleta comercial de Nidera como los más recomendados para el sudeste bonaerense. Pero también mostró las parcelas con dos cultivares que actualmente se encuentran en la etapa experimental y que ya han dado muestras de ser los más prometedores para sumarse a las alternativas que ofrece Nidera para la región.
“Hoy disponemos de tres cultivares que son los que consideramos más adecuados para el sudeste –dijo Kaspar-. En primer lugar tenemos el Baguette 802, que es un material con genética francesa, de alto potencial de rendimiento, equilibrado en sanidad y calidad (grupo 2), que tiene requerimientos de vernalización por lo que debemos cuidar la fecha de siembra, que para esta zona va del 5 de junio al 20 de julio”.
Entre las variedades de ciclo intermedio el especialista destacó el Baguette 601 por su plasticidad en la fecha de siembra debido a que no tiene requerimientos de vernalización. “En este material hemos logrado combinar el potencial de rinde de la genética francesa con la adaptabilidad y la sanidad de la sangre argentina”, dijo Kaspar. Y agregó que la fecha de siembra recomendada es desde el 25 de junio hasta fines de julio.
Al recorrer las parcelas junto a los asistentes, Kaspar remarcó las bondades del Baguette 501 entre las variedades de ciclo corto e indicó que “su principal característica es el alto potencial de rendimiento en fechas de siembra tardías, principalmente causado por una alta tasa de llenado”. El técnico aseguró que es un cultivar muy estable en sanidad, calidad y rendimiento y que “cuánto más atrasamos la fecha de siembra más se destaca respecto de sus principales competidores”.
Los dos cultivares que están en la etapa experimental son de ciclo intermedio largo. El año que viene ambos estarán en ensayos demostrativos en casi todo el país y se espera que lleguen a nivel comercial para la siembra de 2016. “Uno de ellos es especialmente desarrollado para el Sudeste –explicó Kaspar-, con un altísimo potencial de rendimiento y muy buena caña que lo hace resistente al vuelco. En materia de calidad entrará en el grupo 2 y tiene mayor elasticidad para fecha de siembra que el Baguette 801 Premium”.
El otro cultivar experimental estará recomendado “para las zonas trigueras más duras para la producción, como el sudoeste y norte de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. Este cuenta con un destacado peso hectolítrico y un potencial de rinde estable y alto en relación a los que se obtienen en esas regiones, con una característica importantísima, que es su gran tolerancia a temperaturas, muy frías en las primeras etapas de desarrollo del cultivo”.
Empuje cervecero
La demanda sostenida de las malterías locales y del resto del mundo, y la caída de las cotizaciones para el uso forrajero han marcado una diferencia sustancial de precios, del orden de los 50 a 60 dólares por tonelada entre la cebada destinada a malteria y la destinada a forraje.
Con ese marco, Javier Latorre, Gerente de Servicio Técnico de Nidera en el sur bonaerense, se refirió a las excelentes condiciones que tiene la variedad Explorer para ser codificada como cervecera. A partir de este año Nidera, y otras empresas del sector maltero, estarán comprando Explorer con destino a cervecería.
Latorre recordó las características de la variedad Explorer, que ya lleva 3 campañas en manos de los productores. “Es una cebada primaveral, de dos hileras, europea, de altura intermedia, con una amplia ventana de siembra, del orden de los 40 días, que va desde el 20 de junio hasta fines de julio”.
Dobles cultivos
Una de las estaciones de la recorrida por los plots en La Ballenera estuvo a cargo del reconocido asesor Pablo Calviño. El especialista se refirió a los dobles cultivos en el sudeste bonaerense. Dijo que “la limitante en esta región es el reducido período libre de heladas que queda después de la cosecha fina, a lo que se agrega el mes de marzo con temperaturas frescas y los días que se van acortando, por lo tanto la clave es la fecha de siembra del doble cultivo”. Agregó que “tenemos que hacer todos los esfuerzos y utilizar las técnicas que nos permitan cosechar temprano”.
Frente al interés de los asistentes sobre el manejo del cultivo de cebada para obtener la calidad que exige la maltería, Calviño se centró en tres aspectos. “El primero es la fertilización orientada a aumentar el rendimiento; el segundo es evitar el vuelco desdoblando la dosis de nitrógeno en dos aplicaciones -la primera muy reducida que le permita al cultivo llegar a la etapa de dos nudos y en ese momento completar la fertilización nitrogenada- con lo cual se asegura los buenos niveles de proteína que requiere el estándar cervecero. El tercer factor es el manejo de enfermedades entre las que se destaca la ramularia, que apareció en los últimos años, y que requiere un manejo preventivo mucho más que curativo”.
A su turno, Marcelo Palese, del Servicio Técnico de Nidera Nutrientes, remarcó la necesidad de contar con un diagnóstico que permita conducir la nutrición de los cultivos. El especialista señaló que además de mejorar los rindes se debe apuntar a mejorar la posición defensiva de los cultivos frente a condiciones de estrés. Al respecto, detalló el aporte de los bioactivadores, los nuevos productos que con la marca Nutridor presentó recientemente Nidera, que contribuyen a elevar la disponibilidad de aquellos nutrientes que la planta no pudo tomar del suelo.
Escenarios
El final de la jornada Campo Líder estuvo a cargo de Teo Zorraquín, que tuvo la responsabilidad de orientar a los asistentes sobre “la toma de decisiones en un año complicado”. El especialista señaló que dentro de la situación compleja que en estos días muestran los negocios del campo “la estrategia es clave, por lo tanto si queremos seguir en este negocio tenemos que tratar de imaginar un escenario en función del cual tomar decisiones para no perder los talentos, los activos, los socios y todo aquello que necesitaremos en el futuro para seguir en la actividad”.