La cosecha de trigo 2014 viene con un pan abajo del brazo. Se estima que los altos rendimientos estarán acompañados por buenas condiciones comerciales derivadas de la demanda brasileña, si es que el país puede aprovecharlas. Sin embargo, el éxito en el lote no será para todos. La elección del cultivar ha sido clave en esta campaña, signada por altas temperaturas y excesos de humedad. Así quedó expuesto en la jornada Campo Líder que hace pocos días realizó Nidera en su campo experimental El Recuerdo ubicado en Venado Tuerto, con el objetivo de mostrar el comportamiento de la línea Baguette en el centro del país. Para los productores del sur, el próximo encuentro Campo Líder se hará el 3 de diciembre en el campo experimental La Ballenera, en Miramar, provincia de Buenos Aires.
El área dedicada al cultivo tuvo un aumento significativo y podría haber sido mayor pero las lluvias otoñales limitaron las siembras en algunas regiones. Es que desde el inicio, la campaña estuvo caracterizada por los factores climáticos. A la siembra los suelos estaban recargados de humedad e incluso hubo algunos atrasos por falta de piso. A la vez, las altas temperaturas llevaron a que algunos trigos que tienen menos requerimientos de frío empezaran a espigar antes. En ese marco, se adelantó la aparición de algunas enfermedades, como la roya de la hoja. También hubo lotes que ya en octubre presentaron síntomas de roya del tallo y se observó la presencia de Diatraea, que por falta de frío sobrevivió y se hospedó en el trigo durante el invierno.
“Frente a estas condiciones y a la variabilidad que encontramos entre las diferentes campañas, los fitomejoradores debemos ofrecer el mayor equilibrio posible, combinando adaptación, seguridad, estabilidad y aspectos productivos como calidad y sanidad”, explicó Gustavo Vrdoljak, gerente del Programa de Mejoramiento de Trigo en Nidera, ante los productores y técnicos presentes en El Recuerdo. “Por lo tanto –agregó-, les recomendamos que en la elección de los cultivares tengan en cuenta el comportamiento que mostraron en los últimos 4 o 5 años y no sólo en la última campaña”.
De esta forma, Vrdoljak remarcó la importancia de elegir en forma correcta la variedad a sembrar en cada caso. “Hace más de 10 años Nidera tuvo la visión de introducir germoplasma que se encontraba disponible en el mundo y que podía ser útil en la Argentina –explicó-, es indudable que fue una decisión acertada al punto que en los dos últimos años prácticamente el 50% de los materiales que inscriben otros semilleros tienen genética francesa. Esto muestra que muchos se han dado cuenta que el germoplasma de Francia es útil, pero eso es una verdad a medias, porque no sólo se trata de traerlo sino que además hay que adaptarlo, cruzarlo y desarrollar materiales que tengan esa base genética y además sean productivos”.
El mejorador también hizo hincapié en el hecho de que en el mercado abundan los ciclos largos, para siembras en el sudeste bonaerense, y poco aptos para la región central. Y en el 80% de los casos, son grupo 3, de menor calidad. De allí la importancia de la propuesta que desarrolla Nidera.
En la recorrida por las parcelas de El Recuerdo, Vrdoljak mostró el comportamiento de los trigos de la compañía. El Baguette 601 es el material más difundido “y pienso que se seguirá expandiendo su utilización porque tiene múltiples virtudes”, explicó el especialista. “En la Argentina el trigo es un cultivo que prácticamente ocupa las cuatro estaciones, ya que se siembra en otoño y en el sudeste se termina cosechando casi en el verano, por lo tanto, los fitomejoradores tenemos que ofrecer cultivares con alta estabilidad y en ese sentido el Baguette 601 es un paso adelante, ya que se puede sembrar en cualquier zona triguera del país, desde el NEA hasta el sur de Buenos Aires, ofreciendo alto potencial de rendimiento y buenos parámetros cualitativos. Además es muy plástico, ya que se puede demorar la fecha de siembra y recupera bien los días perdidos”.
Otro de los cultivares destacados por el técnico fue el Baguette 501, de ciclo más corto que el anterior, que se adapta a siembras tardías y presenta muy buena tolerancia a roya. También mostró el Baguette 801 Premium, “con el que se pueden iniciar las siembras más tempranas y que si bien se adapta a las diferentes regiones trigueras, donde mejor se comporta por su estabilidad es desde la zona central de Buenos Aires hacia el norte y el oeste”.
“En el sur, y frente a una condición de alto potencial, prefiero elegir el Baguette 802, pero en zona de médanos, con bajas lluvias o en planteos con muy pocos insumos, el Baguette 801 Premium es el material ideal”, acotó el mejorador.
En la recorrida Vrdoljak mostró algunos de los cultivares que Nidera está desarrollando para lanzar al mercado. Entre ellos hay dos que vienen en punta. El primero, que estará disponible para los productores dentro de dos años, es recomendado para toda la zona central (norte y centro-oeste de Buenos Aires, y sur de santa fe). “Este material viene a complementar la línea Baguette actual, es muy sano frente a todas las enfermedades de hoja, tiene muy buen peso hectolítrico -dos puntos más que el Baguette 601-, y un ciclo diferente, por lo que amplía nuestra llegada a esta zona”. El otro cultivar apunta a las siembras del sur con un altísimo potencial de rendimiento y complementa al actual Baguette 802, respecto del que presenta un ciclo un poco más corto pero con rendimientos superiores.
Sebastián Acuña, del programa de mejoramiento de cebada de Nidera, anunció a los asistentes tres buenas noticias. “La primera es el avance genético de la variedad Explorer en lo que hace a rendimientos y estabilidad en todas las zonas. La segunda es que todas las aptitudes agronómicas de este cultivar representan un salto muy grande respecto de lo que se venía sembrando con destino a maltería. Y la tercera es que la industria nos abre la puerta, reconociendo que Explorer cumple perfectamente con todos los parámetros que requiere la industria cervecera”. Sobre este último punto, se destacó el acuerdo realizado por Nidera con la maltería Cargill.
Cómo elegir
Para elegir un cultivar es necesario saber cómo se comporta. Al respecto, Daniel Miralles, profesor asociado de la Cátedra de Cereales de la FAUBA e investigador principal del CONICET, explicó que se dispone de un modelo gratuito (Cronos) al que se accede desde la página web de la Facultad de Agronomía de la UBA, en el que cada productor puede cargar su zona y elegir entre 27 cultivares de trigo y 7 de cebada, luego de fijar una fecha de siembra obtiene toda la información sobre el momento en el que ocurrirán las distintas etapas fenológicas del cultivo y la probabilidad de riesgo de helada o de golpe de calor.
Otro aspecto al que se refirió Miralles fue la densidad de siembra, remarcando que si bien se suelen asociar las siembras de trigo y de cebada, se debe tener en cuenta que la cebada es mucho más macolladora que el trigo (40% o 50% más), por lo tanto, “en lotes de alta producción, con alto contenido de nitrógeno, para evitar el riesgo de vuelco mi recomendación es no pasar de las 180 a 200 plantas de cebada por metro cuadrado”.
Miralles explicó que al crecer la proporción de la cebada que se destina a malterías se incrementa la importancia de la fertilización. “Cuando se apunta a altos rendimientos es aconsejable dividir la dosis de nitrógeno entre una primera aplicación a la siembra y la segunda antes de entrar en encañazón”, apuntó.
Marcelo Palese, del Servicio Técnico de Nidera Nutrientes, se refirió a dos aspectos clave en la nutrición de los cultivos. Por un lado, indicó la importancia de los análisis de suelo para determinar el perfil mineral y de esa forma eficientizar económicamente la fertilización. A través del resultado de los análisis de las plantas de trigo el especialista mostró la alta dependencia del nivel de potasio disponible en el suelo que tiene este cereal.
Luego Palese se refirió a la nutrición defensiva que se puede lograr a través de los bioactivadores, la nueva tecnología que con la marca Nutridor presentó recientemente Nidera. “Estos productos facilitan la entrada del nutriente a la hoja y de esta forma actúan como un disparador que trabaja en cascada para lograr una mejor performance nutricional. Hablamos de nutrición defensiva porque los Nutridor mejoran sensiblemente la condición de la planta frente, por ejemplo, a una situación de estrés”, dijo.
Al analizar el panorama comercial de los granos, Enrique Erize dijo que “en un contexto que genera un escenario muy bajista para los precios, creo que será un año difícil en el que debemos estar muy atentos a la marcha de los mercados para aprovechar aquellas situaciones que nos permitan mejorar un poco los resultados”.
“En el caso del trigo –agregó-, con una producción mundial record, tenemos una ventaja que es Brasil, que en la campaña pasada tuvo que comprar trigo en Estados Unidos. En la cosecha de este año, que realizan en agosto, les fue mal y más temprano que tarde Brasil estará buscando trigo argentino. Frente a esto es clave la actitud del gobierno en materia de autorizar exportaciones”.