Nuevo veranito cambiario. Menores márgenes. Futuro incierto.
Desde principio de octubre cuando la soja y el maíz en EE.UU tocaron el valor más en los últimos cinco años, la recuperación de los valores negociados en Chicago alcanza el 14% aproximadamente para los futuros más cercanos de ambos cultivos.
En el caso de la soja, una demanda sostenida a nivel mundial, problemas logísticos para el abastecimiento de harina de soja en ciertas regiones Norteamericanas e inconvenientes climáticos en el inicio de la campaña en Sudamérica dieron el impulso necesario. Tengamos presente que a sólo dos meses de iniciado el ciclo comercial ya hay comprometido el 77% del saldo exportable cuando lo habitual a la misma fecha es un valor cercano al 65%. La demanda sigue siendo la dominante en este mercado.
En relación al maíz, la semana anterior el ingreso al circuito comercial de la holgada cosecha estadounidense deprimió levemente los precios, luego de cinco semanas de alzas consecutivas. El avance de los trabajos de cosecha ya supera el 65% del área estimada, con pronósticos climáticos que favorecerían los trabajos de recolección en las próximas semanas.
Recapitulando, la cosecha record de soja y maíz en el hemisferio norte ya es un hecho, pero ciertas señales indican que los pisos en los valores quedaron atrás. El gran interrogante de cara a los próximos meses será Sudamérica. Si el clima acompaña habrá doble cosecha record y los precios se mantendrán deprimidos, pero en un mercado dominado por la demanda, cualquier ruido climático en Brasil o Argentina podría generar una agresiva recuperación.
Recordemos que durante la última semana los operadores armaron sus posiciones para el reporte de Oferta y Demanda del día lunes a las 14hs local, donde se espera un aumento en la producción de soja norteamericana compensada por incrementos en el consumo y exportación. ¿Habrá algún ajuste para las estimaciones de Argentina o Brasil?.
En tanto para el maíz, se aguarda un aumento en la producción en posiblemente 2/3 millones de toneladas, mientras que en trigo, problemas en varios países productores supone un ajuste en la proyección de existencias finales.
A nivel local, durante las últimas semanas se consolidó la calma cambiaria, el tipo de cambio opera entorno $ 8,40 / $ 8,50 para compra y venta respectivamente. En tanto, la noticia fue la confirmación de apertura de 1,5 millones de toneladas de trigo (incluiría harina) y 8 millones de toneladas para maíz de la campaña 14/15, a partir del 15 de marzo. Recordemos que el cupo autorizado para el maíz 13/14 es 16,5 millones, en tanto la exportación ya tiene comprados cerca de 18 millones de tn de maíz y las compras declaradas 14/15 ascienden a 715 mil tt.
Es decir, si bien esta situación permitiría alguna reactivación del mercado de cereales local, de todas formas el efecto podría ser menor al esperado. Por cierto, en el caso del trigo, los exportadores tendrían comprados sin comercializar 1 millón de tt 13/14, mientras que 14/15 ya compraron cerca de otro millón. En tanto luego de las fuertes lluvias se comenzó a cuestionar el resultado de la producción final. Los estimados van desde los 11,5 millones de toneladas a los 12,5 millones, pero podría verse afectada la calidad final de la mercadería.
En lo que respecta al inicio de la campaña gruesa, según el reporte semanal de la Bolsa de Comercio de Cereales, “la siembra de soja nacional logró cubrir el 7,2 % de la superficie proyectada en 20.600.000 hectáreas, reflejando un progreso intersemanal de 1,2 % y un retraso interanual de -3,5 %, pero también mostrando un retraso de -8 % en comparación al avance promedio de siembra registrado durante las cinco campañas previa”.
En maíz, las estimaciones indican que “a la fecha se llevan implantadas el 37,4 % de las 3.000.000 hectáreas estimadas a cubrir en la presente campaña”. Sin dudas aún resta relevar pérdidas parciales o totales por anegamientos.
En síntesis, en una campaña complicada y con números ajustados trabajar sobre el margen será el objetivo. Aprovechar la recuperación de precios para desprenderse de la mercadería disponible en el caso de la soja, y comenzar a mirar con agrado los U$S 130 valores de maíz cosecha nueva para cubrir un porcentaje de la cosecha, son las recomendaciones. En trigo aguantar parece ser lo más apropiado.
Como corolario, si bien el escenario cambiario de corto plazo muestra cierta calma, las variables fiscales y reales siguen evidenciando un preocupante deterioro. La estrategia oficial de “pisar las reservas” hasta enero, al costo de mayor recesión por frenar importaciones, permitiría una mejor posición negociadora con los holdouts, que hoy ya suman reclamos por U$S 6.500 millones. A partir de ese momento comienza otro campeonato, con resultados muy inciertos.
Por Lic. Adriano Mandolesi, Analista de Roagro S.R.L / Consultor de
Empresas
Fuente: Centro de Gestión Agropecuaria