Según denunció el productor Luis Dillon, tres bolsas plásticas que contenían 500 toneladas de soja fueron destruidas por desconocidos.
Este nuevo ataque, sin aparentes fines de robo, se suma a otros similares que ocurrieron hace dos semanas en La Pampa y en Cañuelas, provincia de Buenos Aires, en momentos en que el Gobierno critica a los productores por retener soja en sus campos a la espera de una devaluación del peso.
"El encargado del campo descubrió el sábado a la mañana que los tres silobolsas estaban completamente abiertos, tajeados en forma perpendicular. Había estado hasta el viernes a última hora, por lo que dedujimos que el ataque ocurrió a la madrugada" relató Dillon. "Además, le hicieron un tajo a otra bolsa que tenía trigo", añadió.
De las 500 toneladas, dijo el productor, 300 estaban vendidas y serán cargadas hoy. El resto será enviado a un acopio local.
"Habíamos tenido algún que otro daño menor antes, el campo está cerca del pueblo y a veces entraba algún chico, pero nunca tuvimos una destrucción semejante", relató Dillon.
El productor realizó la denuncia en la comisaría de Idiazábal, cuyos responsables le prometieron investigar el caso. "No quiero tener un pensamiento conspirativo, pero después de estas cosas me quedo con la sensación de que puede pasar cualquier cosa con la propiedad privada; cuando el Gobierno nos acusa de especulación está cebando a las fieras", dijo el denunciante.
"Administro un campo en Pehuajó, provincia de Buenos Aires, y a varios productores vecinos los visitaron técnicos de la AFIP para controlar sus stocks de granos; para algunas cosas, el Estado está muy presente, pero para otras, como la seguridad, está ausente", dijo el productor.
En el caso de Cañuelas el ataque fue contra silobolsas cargados con maíz. En el de La Pampa, en cambio, había sido contra ocho silobolsas, en su mayoría de girasol. Algunos productores afirman que hubo más ataques, aunque no hicieron públicas las denuncias.
Tanto la Sociedad Rural Argentina como Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) expresaron su preocupación ante los ataques que sufrieron los productores rurales. Las entidades del campo aclararon que los ataques no parecen ser casos de inseguridad en el campo, ya que no hubo rastros de que se haya intentado robar la mercadería, como ha sucedido en otras ocasiones. También el ministro de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires, Alejandro "Topo" Rodríguez, expresó su preocupación por los daños a silobolsas.
Moneda segura
El Gobierno, necesitado de dólares, criticó a los productores por no vender soja apenas terminada la cosecha, en momentos en que el precio de la oleaginosa superaba en Chicago los 500 dólares por tonelada.
Los productores rurales explicaron que los temores a una nueva devaluación del peso, como la que sucedió en enero, transformaron a la soja, para muchos productores, en una moneda segura. Además discrepan con las cifras oficiales respecto de cuánta soja está todavía sin vender.
El miércoles pasado, los exportadores le dijeron al Gobierno que antes de fin de año liquidarán divisas por US$ 5700 millones por las ventas de soja y la apertura de cupos para el trigo y el maíz.