La agricultura encabeza la transformación de Polonia en los últimos 25 años, tras el colapso del régimen comunista en 1989/1991. En 1991, la agricultura estaba constituida por 2 millones de pequeños productores volcados a la autosuficiencia, en condiciones de penuria crónica, además de 25 grandes cooperativas controladas por el Estado de baja o nula productividad, sin equipos ni tecnología moderna.
Polonia ingresó al Mercado Común Europeo (MCE) en 2004; e incluso los más pequeños y atrasados productores tuvieron acceso a los fondos de la Política Agrícola Común (PAC). Los fondos de la PAC se sumaron a los subsidios directos del Estado, que se triplicaron entre 2000 y 2010. De ahí que las exportaciones agroalimentarias ascendieran a U$S 27.000 millones en 2013 (más 11,8%), y se orientaran al resto de Europa en más de 80%. Este año, aumentarían otro 10%.
Esto explica por qué el superávit comercial agrícola alcanzó a U$S 7.800 millones el año pasado, en que se importaron U$S 19.000 millones. Hasta 2004, Polonia era importadora neta de alimentos, y ahora se ha convertido en la principal exportadora agrícola de Europa, después de Francia.
En la actualidad, es el principal exportador mundial de manzanas, por encima de China. En 2013, produjo 3,5 millones de toneladas, y un tercio fue vendido en el exterior (57% en Rusia).
Polonia tiene 40 millones de habitantes –casi igual que la Argentina-, y una superficie de 31,3 millones de hectáreas (59% tierra agrícola). Las tierras polacas, a diferencia de las ucranianas, no son muy ricas. La mayor parte de los suelos son arenosos, con un régimen restringido de lluvias. Los cultivos más relevantes son el trigo, el centeno y la papa, así como la remolacha azucarera. Polonia es uno de los tres mayores productores de carne de cerdo en Europa, y ha comenzado a exportar a China.
Se impone la reestructuración del agro polaco. Sólo 400.000 de 2,1 millones de unidades productivas son verdaderamente rentables, y 40% tiene una dimensión 15 hectáreas o menos. El próximo paso es completar el proceso de integración con los países más avanzados de Europa.