Uno de los caminos para lograr sustentabilidad económica y productiva es achicar las brechas entre los rendimientos alcanzados y los potenciales.Gracias al aporte de las tecnologías, que morigeran el impacto de los factores que reducen los rendimientos, se está más cerca de ese potencial.
El norte del país es una región donde la presión de las adversidades sanitarias es muy alta, con lo cual los factores que reducen los rendimientos tienen un gran peso relativo en los gastos dentro de los costos de producción.En una jornada organizada por el semillero DonMario esta semana en Salta, Pablo López Anido, productor y asesor técnico en Bandera (Santiago del Estero) y también director adjunto de la Red de Conocimiento en Malezas Resistentes (REM), de Aapresid, comenta que en la agricultura de su zona, que bien puede representar a la realidad del noroeste del país, hay tres grandes desafíos: uno es el de las plagas, enfermedades y malezas; el otro es la nueva genética y el último, muy asociado a las otras dos cuestiones, es el entendimiento de la oferta ambiental para que se expresen las nuevas tecnologías y haya más recursos disponibles para los cultivos y no para las adversidades, como las malezas.De esta forma, López Anido dijo, abriendo aun más el foco, que “el gran desafío es repensar los sistemas de producción y las soluciones”.
Al respecto, el técnico manifestó que “las nuevas tecnologías generan la oportunidad de mantener la oferta ambiental; sin embargo, son solo soluciones parciales y por ello no hay que perder de vista a todo el sistema”.Uno de los temas excluyentes del encuentro fue la soja BtRR2 (la Intacta) que en el norte del país tendrá, en la actual, su segunda campaña en el mercado. En este sentido, López Anido recalcó que hay que ser muy cuidadosos con estas nuevas variedades, para evitar “quiebres” en la resistencia a lepidópteros que portan en los genes. E insistió: “Por eso no hay que perder de vista el manejo de los procesos”.
Por su parte, Ezequiel Moreno, coordinador del Grupo Lajitas, que reúne a once importantes productores de la zona que comparten información técnica, también habló en la jornada y se centró en los desafíos dentro de las tres dimensiones que implica ser sustentable: en lo económico, en lo social y también en lo ambiental. En referencia a la primera, manifestó que “el productor debe tener la visión de su propia coyuntura para poder planificar con precisión el mediano y el largo plazo. Hay que mantener el foco y la motivación”.En el plano ambiental enfatizó la importancia de apoyarse en información confiable y un conocimiento profundo sobre el impacto de las prácticas agronómicas. Y, por último, se refirió al eje social.
Al respecto, señaló que es clave la proacción para decidir las prácticas de manejo que no generen externalidades sobre la sociedad y, así, destacó la importancia de la gestión del conocimiento y la integración profesional. En síntesis, Moreno concluyó que “lo central está en la proacción, la aplicación de la ciencia, la gestión y planificación del conocimiento, la integración profesional y la comunicación”.Por su parte, los directivos y los técnicos de la firma organizadora hablaron de las sojas Intacta. Destacaron su características y la calidad de la genética ajustada a cada ambiente productivo del norte argentino. Obdulio San Martín, director general del semillero, destacó la importancia del germoplasma, que es el que porta todo el potencial del cultivo y sobre el que se montan todos los nuevos eventos biotecnológicos que reducen el impacto de las plagas, enfermedades y malezas.
“En DonMario estamos convencidos de que lo que sigue agregando valor es la
genética y que la biotecnología es útil para estabilizar los rendimientos y
cuidar el potencial del germoplasma”, afirmó. San Martín hizo un reseña de los
eventos biotecnológicos que llegarán en los próximos años y anticipó que,
teniendo en cuenta la ganancia genética de las últimas campañas, en el próximo
cuarto de siglo la soja aumentará sus rendimientos un 40%.
El escenario que viene
Otro que fue parte de la jornada técnica que organizó DonMario en Salta fue Teo Zorranquin, productor y consultor de empresas agropecuarias. Zorranquín destacó la importancia de revisar la empresa hacia adentro y preguntarse, ¿qué es lo que está en crisis: la empresa o el negocio? Planteó que el escenario de la próximo campaña muestra un gran incertidumbre, caracterizada por distintas cuestiones políticas-económicas. Así luego sondeó a la audiencia consultando sobre qué sensación tenían sobre el futuro de corto y mediano plazo y les dio a elegir entre un escenario pesimista, medio pesimista, medio optimista y optimista.
Después de este monitoreo el consultor sorprendió a la audiencia diciendo que siempre encuentra la misma respuesta: un 10% a 20% responde que, en el corto plazo, el escenario es medio pesimista y, en el mediano plazo, el 80% espera que sea optimista. Por ello, instó, teniendo en cuenta estas respuestas, a trabajar desde ahora para cuando haya un nuevo escenario.