Por imperio de una inflación desbocada del 40%, de la baja de los precios internacionales, el alza de los costos y una presión fiscal extrema han dejado de ocuparse de las cuestiones que hacen al aumento de la producción para convertirse en unos grandísimos especuladores.
Sin embargo, la Presidenta erra el vizcachazo porque la especulación de los chacareros no está puesta en la campaña agrícola pasada, sino en la que comienza. Cristina Kirchner entiende que al estar "sentados sobre 27 millones de toneladas" son los responsables de una tremenda especulación que además tiene el oscuro fin de "voltear al Gobierno".
Lo cierto es que a dos meses de terminados los trabajos de recolección, con grandes problemas de logística por el exceso de agua en los campos, ya se vendieron 32 de los 54 millones de toneladas que se cosecharon. En opinión del analista de granos Gustavo López, si se toma el ritmo promedio de ventas de los últimos cinco años, se deberían haber vendido al momento 11 millones de toneladas más. De más está decir que la cosecha no se vende toda junta porque entre otros inconvenientes derrumbaría las cotizaciones. Estos 11 millones de toneladas representarían el retardo en vender, el grado de "especulación" de los productores o las toneladas sobre las que efectivamente están sentados los chacareros. Y por la baja de las cotizaciones, el "han perdido dinero a lo pavote" en palabras de la Presidenta, equivale, según el cálculo de Gustavo López, a 550 millones de dólares.
Por lo visto, la retención de granos de campaña pasada no debería agitar los fantasmas conspirativos que esgrime la Presidenta. En cambio, llama la atención que se le pase por alto y no merezca una sola mención la gran especulación que realizarán los chacareros y de la que depende buena parte su suerte.
Con cálculos previos y márgenes brutos que demuestran que a rindes promedio no hay cultivos rentables, los chacareros deberían actuar en consecuencia y no sembrar. Probablemente es lo que terminarían haciendo los farmers de Iowa, expertos en producir cosechas récords, pero vírgenes para lidiar en escenarios económicos de altísima incertidumbre.
El maíz hace un buen rato que dejo de ser un negocio para convertirse en una herramienta agronómica con el objetivo de mantener las rotaciones y controlar las malezas. Como consecuencia de esto se siembra lo indispensable. Las Bolsas de Buenos Aires y Rosario coinciden en que la caída del área sembrada con respecto al año pasado será del 16% por más que muchos analistas ya están hablando sin mayor empacho de una baja cercana al 25%.
Pero la soja representaba hasta hace pocos meses atrás la última y única reserva de rentabilidad que tenía el productor. También acaba de caer. Según Aacrea, para que los resultados proyectados para la soja sean rentables el precio a cosecha debería subir por lo menos 30%. Y esto sin tener en cuenta el impacto que pueden tener las malezas resistentes que aumentan los costos de producción en 32 dólares por hectárea como promedio. Por lo visto, las retenciones del 35% están directamente vinculadas a las pérdidas de los productores, aunque, por supuesto, sus beneficios se siguen redistribuyendo. Según Aacrea, la soja sólo es rentable en los campos cercanos a Rosario donde el flete es menor. De empeorarse el margen, el "yuyo" sólo dejará plata para los que la puedan llevar en carretilla al puerto.
A pesar de todas estas evidencias en contrario, los chacareros están dispuestos a enterrar en los próximos dos meses una gran parte de los 10.396 millones de dólares necesarios para los gastos de siembra, cuidados y cosecha, según el cálculo detallado de Ernesto Ambrosetti, economista jefe de la Sociedad Rural. De esta forma, toman un alto riesgo al especular que algunas de las variables de su actual ecuación puedan llegar a cambiar. Realizan en definitiva una monumental apuesta de casino agravada por la menor utilización de la tecnología que la hará más dependiente del clima.
Lo lógico sería entonces que la Presidenta en lugar de enojarse debería agradecer la actitud especulativa de los chacareros.
De la próxima cosecha están colgadas la salud de la economía y una transición ordenada. Nada menos.
RESUMEN
56,8%
venta anticipada maíz
Es el atraso en la comercialización del maíz 2014/2015, contra el volumen de un año atrás.