El Gobierno presiona a las cerealeras para que en éste, el último trimestre del año, liquiden exportaciones por US$ 6.000 millones. Es parte de la fuerte necesidad de divisas del Ejecutivo, cuando no se han cumplido las previsiones oficiales sobre la negociación con los fondos buitre.
El viernes, el ministro Axel Kicillof recibió a las principales exportadoras de cereales. En esta ocasión, acompañado del flamante titular del Banco Central, Alejandro Vanoli. “El encuentro fue similar a los que ya habíamos tenido con Juan Carlos Fábrega, pero ahora está la presión adicional de que Vanoli acaba de asumir y necesita cerrar sus cuentas externas”, contaron en una de las cerealeras convocadas por el Gobierno.
El encuentro estuvo liderado, desde los privados, por CIARA, la cámara de los aceiteros y exportadores. En la asociación se niegan a hacer comentarios sobre la reunión. Pero algunos de los participantes sí dan detalles del encuentro. “Lo que quieren, básicamente, son US$ 6.000 millones de liquidación de exportaciones en el último trimestre del año”.
En números, eso es US$ 1.500 millones más que lo que las cerealeras tienen estimado como exportaciones posibles. “Nuestras previsiones son US$ 4.500 millones hasta fin de año, unos 1.500 millones mensuales, y nos están pidiendo un adicional de 500 millones de dólares por mes en el trimestre”, explican los privados.
El ministerio de Economía y el Banco Central enfrentan una seria restricción de divisas en el último trimestre del año, en el que las liquidaciones de la soja bajan de manera importante. Algunas versiones hablan de que el Gobierno apuntaría a una colocación de deuda de hasta US$ 3.000 millones en bonos con ley local para recomponer las reservas, que mantienen un sendero a la baja. Hay técnicos que prevén que se puede complicar, en tanto, otra de las fuentes de divisas de las últimas semanas, el swap con China. “Es que los chinos son muy especiales, Axel Kicillof había fracasado en el diálogo con ellos y el que había logrado que liberaran algo del swap fue Fábrega; ahora habrá que ver si Vanoli viaja a Beijing y qué resultados consigue”, señaló un economista de la oposición que sigue el tema día a día. El trasfondo es lo que un alto funcionario de la Casa Rosada define como un “problemas que tuvimos”. Es, aclara, que el Gobierno esperaba “que la Corte Suprema de los EE.UU. bloqueara hasta 2015 el juicio de los buitres y así tuviéramos la oportunidad de volver a los mercados sin ruidos”.
La reunión del viernes con las cerealeras no tuvo un resultado concreto: quedaron en que las empresas vuelvan a presentar sus proyecciones de exportaciones.
Kicillof les habría hecho una promesa: liberar cupos de exportación de trigo y maíz, granos sobre los que hay mayor disponibilidad, para acelerar la liquidación de divisas.
“Pero pretenden que los aceiteros también liquiden más divisas, y el sector está trabajando con sólo tres días de stock, porque los productores, ante un panorama tan cambiante, no liquidan su soja, no la venden”, explicó uno de los principales actores del sector.
La Presidenta dijo el martes “han perdido a lo pavote”, refiriéndose a los productores rurales por no liquidar la soja que tienen en los silobolsa. Estos parecen hoy preferir ese epíteto que vender sus granos y quedarse con pesos en la mano, cuando todos los actores de la economía hablan de la posibilidad de una nueva devaluación.