Continúan pasando los días y la decisión de los productores argentinos de sembrar maíz es dilatada hasta lo máximo en el tiempo. Dependiendo las variedades se puede seguir esperando a que algo cambie hasta que sea el momento extremo para poder sembrar, pero muchos chacareros ya han tomado la decisión de sembrar menos maíz o directamente no producir nada de este cereal en la actual temporada.

Varios son los motivos por el cual los hombres de campo están dejando de sembrar maíz en Argentina:

Uno de los principales es el continuo aumento de los costos de la mano de la sostenida inflación, calculada en un 40% para este año. Debemos considerar que a diferencia con la soja, a los campos que se siembran con maíz se debe fertilizar casi obligatoriamente para intentar obtener una buena cosecha. Aquí influye también el aumento de los costos por la devaluación del dólar.

Otro motivo que influye es el clima. Con un invierno con muchas lluvias y una primavera  por demás “llovedora”, los campos no escurren, hay exceso hídrico en las capas freáticas, los caminos vecinales están destruidos e inundados, generando todo tipo de problemas.

Si miramos los mercados, con la impresionante baja de precios de los mercados internacionales y nacionales, hoy sembrar maíz no es rentable.

Con este panorama estamos en condiciones de estimar que el área a sembrarse con maíz disminuirá un 25%, llegando a las 2,9 millones de hectáreas. El año pasado se sembraron 3,6 millones de hectáreas.

En relación a la producción, contra los 25 millones de toneladas producidas en el ciclo anterior, estimamos una producción de maíz para 2014/15 de 21 millones de toneladas.

En el mercado de futuros de Chicago los valores del maíz están llegando a niveles impensados por muchos. Como venimos anticipando en estos informes, la tendencia negativa de los precios continuará a medida que vayamos acercándonos al comienzo de la cosecha norteamericana.

Al cierre de hoy el maíz cotizaba en Chicago en 128 dólares por tonelada. Entendemos que nos podemos llegar a encontrar con valores inferiores a los mencionados. Estimamos que en las próximas semanas los precios del maíz sobrepasen el piso de los 120 dólares por tonelada.

Hoy el valor de referencia de exportación FOB elaborado por el Gobierno se encuentra en un 30% menos que los 222 dólares al que cotizaba a la misma fecha del año pasado.

A este complicado escenario debemos agregarle la falta de permisos de exportación que sufren las firmas exportadoras, que no pueden concretar negocios al momento de la cosecha argentina (marzo/abril 2015). Esto hace que el mercado comprador sea muy pequeño, sin aliciente para concretar negocios, y con la incertidumbre de no saber en que momento el Gobierno nacional habilitará la posibilidad de cerrar ventas con el extranjero.

En definitiva, el aumento de los costos de implantación, los bajos precios internacionales, la falta de transparencia en los mercados, la imposibilidad de ventas al exterior, las continuas lluvias, los campos anegados, hacen de ingredientes a un cóctel verdaderamente explosivo que impactará en la economía de los productores y del país.