Los futuros de la soja en Chicago están en un nuevo piso. El contrato a noviembre, el más activo en esa plaza granaria, terminó el viernes en u$s 351,6 la tonelada, tras tocar un nuevo mínimo en cuatro años y dos meses (u$s 351,3 por tonelada).
Con el nuevo bajón, la oleaginosa perdió casi un cuarto de su valor desde la primera rueda del año y existe un consenso entre los analistas de que lo peor todavía está por venir. Los presagios apuntan a que, si las condiciones de oferta y demanda global (fundamentals) se mantienen en el corto plazo, la soja puede ubicarse en torno a u$s 300/u$s 310 la tonelada, lo que agravaría aún más la situación local, con una economía que en los últimos años se hizo más sojadependiente. El producto es la fuente de divisas más importante de la que se nutrió el país en la última década, y es responsable de sostener el, ahora complicado, superávit comercial.
La fortaleza del dólar, sumada a la súpercosecha en Estados Unidos, récord con más más de 110 millones de toneladas, hace que los stocks norteamericanos de soja estimados por 2015 sean los mayores desde 2002. A eso se adiciona la perspectiva de que Brasil y la Argentina también tendrán súpercosechas, aun cuando la baja de precios impacte de manera negativa en la inversión tecnológica para la siembra, por la menor rentabilidad esperada. Con una oferta más que holgada de soja para 2015 y una demanda que crece pero a un ritmo menor que los stocks, la perspectiva de precios es a la baja, indican los analistas.
En ese contexto, se estima que habrá una fuerte caída del ingreso del principal producto de exportación para la inminente campaña 2014/15, que se cosechará hacia mayo próximo.
Un informe de Federico Muñoz y asociados calcula para 2015 una caída de 30% respecto de los precios promedio que la soja tuvo en 2013. El economista toma un precio de u$s 360 por tonelada para la oleaginosa 2015, sobre la base de los futuros de Chicago para el primer semestre del año, contra los u$s 517 por tonelada que promedió el año pasado. A eso le suma la merma proyectada en producción, por la menor inversión tecnológica dada la menor rentabilidad esperada. Muñoz estima la producción del ciclo 2014/15 en 48 millones de toneladas, 13% por debajo de la campaña previa que arrojó un récord de más de 55 millones de toneladas.
Por eso, concluye que con ambos elementos, no sería de extrañar que el valor de la cosecha 2015 resulte unos u$s 8.000 millones inferior a la de las últimas dos campañas. Estaríamos ante un recorte sustancial de la oferta esperada de divisas, sin contar el menor aporte esperable de los restantes cultivos (como maíz y trigo, también en valores mínimos desde 2010) para el año próximo.
En la misma línea, el último informe semanal de la consultora Economía & Regiones (E&R) sostiene que a partir de hoy, la economía argentina se deberá adaptar a precios en torno a u$s 380 la tonelada, 25% por debajo de los u$s 513 promedios registrados entre 2012 y 2013.
A esos precios para la soja, E&R implicará una caída en valor de exportaciones de u$s 4.000 millones. Esa situación conduciría prácticamente a la desaparición del superávit comercial, que el Gobierno con más trabas y menor actividad, lograría sostener en u$s 2.300 millones en 2015.