Confederaciones Rurales Argentina (CRA) rechaza la medida del Gobierno nacional de cerrar las exportaciones de carne vacuna siendo otra medida torpe, errada y negativa para todo el sector agropecuario y, por supuesto, la ciudadanía en su conjunto que diariamente paga precios más elevados por la carne que consume.

La discrecionalidad del Gobierno y la falta de reglas de juego transparentes perjudica la inversión del sector ganadero y por ende la oferta de carne que termina golpeando de manera directa al bolsillo de los consumidores.

Desde el oficialismo vuelven a reiterar medidas que solo castigan al sector productivo, imponiendo trabas en la comercialización, desestimando aplicar políticas de largo plazo para una actividad, como la ganadera, que precisa indefectiblemente de previsibilidad y no de acciones de corto plazo actuadas de manera impulsiva.

Mientras el relato oficial se construye con ideas falaces de que el cierre nuevamente de las exportaciones de carne frenará la suba de precios, la inflación en góndola estimada para este año trepará al 40% mientras la exportación de carne vacuna de argentina será la más baja de los últimos 50 años, producto de la política de intervención en el mercado a través de la resolución 42/2008 y el impuesto a la exportación del 15%.

El triste récord de exportación que desde CRA vienen anunciando llevará a que se comercialicen fuera de las fronteras del país menos de 150 mil toneladas, la peor de los últimos 50 años, con fuertes consecuencias sobre el empleo en la industria frigorífica.

Dentro de este panorama para la ganadería,  la participación de hembras en la faena hoy asciende al 46%, lo que implica liquidación de la fábrica de terneros y se convierte  en otra triste noticia para la economía nacional.

La ganadería argentina necesita políticas de estado modernas, acordes a este siglo XXI, que brinden previsibilidad y competitividad para alcanzar un crecimiento sostenido de la inversión, la producción y el empleo, asegura CRA.