A escasas semanas de comenzar la siembra de este importante cereal de verano, el presente informe tiene como finalidad desarrollar las principales variables que impactan sobre su intención de siembra, para poder proyectar de manera anticipada la superficie que tentativamente ocuparía el cultivo durante la próximo campaña 2014/15.

Finalizado el relevamiento sobre la intención de siembra para este nuevo ciclo, el común denominador es la incertidumbre sobre el área que los productores destinarán al cultivo en cada una de las quince regiones bajo estudio. Pese a ello, los resultados obtenidos permiten anticipar una reducción de superficie implantada con maíz, la que podría alcanzar un máximo de 3.200.000 hectáreas durante la nueva campaña. Esta cifra podría sufrir modificaciones a lo largo del período de siembra, pero de concretarse representaría un recorte superior al -10 % en comparación a la campaña previa (2013/14: 3,57 MHa), y equivaldría a la tercera caída de área consecutiva desde el ciclo 2011/12.  

 

Antecedentes y aspectos generales:

Durante la campaña 2013/14 se logró cubrir una superficie de 3,57 MHa a nivel nacional, cifra que también reflejó una caída del -10 % en comparación al ciclo 2012/13.  Sobre dicha área sembrada y teniendo en cuenta que su recolección aún no ha finalizado, la producción esperada se estima en 25.000.000 de toneladas. De concretarse este volumen, sería la segunda mejor producción registrada en Argentina durante los últimos 13 años, únicamente superada por la campaña previa 2012/13, en donde se había alcanzado el récord de 27 MTn a nivel nacional.

A la fecha la pre-campaña del nuevo ciclo presenta gran incertidumbre por parte de los productores, los que en su gran mayoría aún no han definido sus planes de siembra.

Si bien las condiciones agroclimáticas son favorables, dado que en términos generales existe una buena oferta hídrica para permitir una correcta implantación de la nueva campaña durante los próximos meses, pese a ello otras variables están afectando de forma negativa la intención de siembra actual de cara al inicio de la nueva campaña.  

 

Situación actual:

Los factores que generan incertidumbre son netamente económicos. El precio futuro del cereal, dada la caída en la cotización internacional y la presión fiscal local, el nivel de costos de insumos y arrendamientos para producir en campos alquilados, y la fluidez comercial de la futura campaña, son variables que impactan sobre la rentabilidad del cultivo y ejercen presión en detrimento de la intención de siembra del maíz.

Simultáneamente, aún no ha terminado la trilla de maíz 2013/14, la cual presenta grandes complicaciones climáticas para su normal recolección. Este factor, junto al retraso en la definición de arrendamientos, demoran en consecuencia la realización de barbechos necesarios para la siembra de los cuadros.

A pocas semanas de comenzar la campaña en la zona Centro-Norte de Santa Fe y Centro-Este de Entre Ríos, los indicios en ambas zonas reflejan que se mantendría el área a cubrir respecto del ciclo previo, o en el peor de los escenarios registrarían una leve caída. 

Por otra parte, las mayores caídas se registran en las regiones Núcleo Norte y Sur, zonas que históricamente presentaron grandes extensiones de maíz y, al igual que en la pasada campaña, el productor que no siembre en campo propio buscaría una alternativa con mayor.

En Córdoba, al igual que su vecina provincia de La Pampa, se relevó una caída que va desde el 5 al 15 %. Las causas de esta posible disminución son las anteriormente descriptas, a las que a su vez se le suma una redistribución de fechas de siembra con tendencia a retrasarlas al mes de diciembre.

Por último, en las provincias norteñas, hace un mes atrás se presentaban intenciones de crecimiento en el NOA y en el NEA, debido a los buenos resultados obtenidos en la última campaña, sumado a las condiciones agroclimáticas favorables para este cultivo. Hoy el panorama es distinto, dado que los márgenes no cierran en campo alquilado, con lo cual se estima que se mantenga el área implantada la pasada campaña.

Sin embargo, la imposibilidad de lograr implantar la totalidad de la intención de siembra inicial con gramíneas de invierno (trigo y cebada), como consecuencia de las malas condiciones para la incorporación de ambos cereales, atenuó la reducción del área de maíz. En este caso, muchos productores, sobre todo los que producen en campo propio, podrían incorporar el maíz en su planteo agronómico para realizar la rotación necesaria entre gramíneas y leguminosas. Por otra parte, este cereal de verano presenta la posibilidad de ser incorporado en fechas tardías del mes de diciembre, con gran estabilidad en su producción, lo que le aporta un mayor beneficio respecto de los demás cultivos.

La actual proyección de superficie queda sujeta a modificaciones sobre la decisión de los productores que puedan registrarse durante toda la ventana optima de siembra de siembra a nivel nacional (Septiembre-Enero).