INDIANÁPOLIS - Si el tenis o el básquet tuvieron su generación dorada, con los Nalbaldian, Gaudio, Canas, Coria o los Ginobili, Scola y Oberto, también se puede decir que el sector agroalimentario argentino tiene a un grupo de selectos representantes jugando en las grandes ligas. De hecho están liderando a nivel global empresas de la envergadura de Dow AgroScience, Louis Dreyfus, Nidera, ADM o Toepfler, entre otras. A lo que hay que agregar que se esta preparando una segunda camada con una gran cantidad de jóvenes de 30 años que trabajan en puestos de responsabilidad tomando experiencia internacional.
Queda claro que esta "exportación" de talento argentino a las altas cumbres empresarias genera a la larga un efecto muy positivo para el país como destino de inversiones y adelantos de todo tipo. Sin embargo, no es tan fácil de explicar las razones que explican esta nueva tendencia: ¿las contingencias y saltos que propina la economía argentina generaron reflejos laborales buscados por las corporaciones? ¿O se volvieron atractivos los argentinos por su conocimiento a campo que completaron con una formación muy profesional?
El seleccionado de argentinos que tiene una máxima responsabilidad en negocios globales del agro se compone con: Rolando Meninato, vicepresidente de la norteamericana DowAgroSciences, tiene bajo su responsabilidad a nivel mundial el negocio de semillas y biotecnología. Ciro Echesortu fue el CEO hasta junio de este año de Louis Dreyfus Commodities (actualmente es director de Estrategia del gigante europeo de la logística e industrialización de granos, y Jorge Correa, actual presidente de Nidera y director Global de Semillas de la misma compañía. En febrero de este año, el ingeniero industrial Juan Luciano fue nombrado presidente de Archer Daniels Midland (ADM), una compañía que posee 270 plantas procesadoras en más de 160 países con ingresos por 90.000 millones de dólares. Su subsidiaria, la exportadora Toepfer, con sede central en Hamburgo, Alemania, y 36 sucursales por todo el mundo tiene al argentino Domingo Lastra como director del Consejo Gerencial. Cerrando la formación, esta Raúl Padilla, que forma parte del directorio de Bunge cuya casa central está en White Plans, Nueva York.
¿Ser argentino pasó a ser una ventaja en las multnacionales?. "Nunca fue un problema para mí a lo largo de mi carrera laboral en Dow. Por el contrario creo que hoy es una ventaja porque nos permite entender rápidamente los cambios de la economía y la volatilidad de la misma. A los norteamericanos o europeos les cuesta más entender los problemas económicos, la influencia de los tipos de cambio, manejarse con inflación y restricciones comerciales. Nunca sentí que ser argentino fuese una desventaja. Creo que al conocer las habilidades que despliega a diario el productor argentino para desempeñarse en escenarios cambiantes esto se hace más evidente", afirma Meninato que desde hace dos anos y medio vive en las afueras de la ciudad de Indianápolis a diez minutos de su trabajo en la sede central de DowAgroSciences.
Probablemente parte de la comodidad que encuentra Meninato en su trabajo se explica en el nivel de apertura y globalización que exhibe la empresa. A pesar de estar enclavada en el midwest americano con toda la dosis de conservadorismo que esto puede significar, Dow tiene como CEO a un australiano, Andrew Liveris. Y por su parte DowAgroScience tuvo como CEO a un español y un francés con un directorio compuesto por más extranjeros que norteamericanos. Además lo componen tres mujeres, lo cual no deja de ser un dato.
Meninato lleva 34 años en Dow, entró por un aviso en LA NACION cuando estaba terminando la facultad, y ahora tiene la dirección estratégica del negocio de semillas y biotecnología que factura 1600 millones de dólares. Tiene bajo su responsabilidad científicos y profesionales de altísimo nivel en estaciones experimentales y plantas a lo largo de América, Europa, la India , Australia y Nueva Zelanda.
"Mi trabajo consiste en tomar decisiones clave en cuanto a la organización y a las inversiones que debemos efectuar, ya sea en compras de empresas, semilleros o la apertura de nuevas plantas experimentales. Para lo cual tengo la costumbre de viajar bastante, siempre lo hice, y considero que estar cerca del mercado y de nuestra gente en las regiones es fundamental", dice y aclara que "la gran diferencia es que ahora cuando viajo me voy lejos, y son viajes de toda la semana o a veces más. Cuando estoy aquí, en Indianápolis, cumplo mi rutina de siempre, de empezar temprano, llego a la oficina alrededor de las 7 de la mañana, y me quedo hasta las 6 de la tarde, la mayoría de los días", detalla Meninato.
¿Cómo suena la Argentina para competir por las inversiones que realiza Dow AgroSciences?, le preguntó LA NACION." Como el chico con problemas. Mucho potencial para crecer, un enorme interés del sector productivo en innovar, incorporar tecnología pero con problemas operacionales en el día a día. Como empresa tenemos una base de producción muy fuerte en la Argentina, llevamos más de 50 años en el país y sabemos de los ciclos a los que nos hemos acostumbrado a vivir. Lamentablemente estas idas y vueltas de la economía no son buenas para decidir las inversiones, nos afecta tanto a nosotros como a nuestros clientes", concluye Meninato.
Claves de una tendencia
Impacto de largo plazo
La participación de ejecutivos argentinos en las multinacionales del agro genera un efecto positivo para el país como destino de inversiones y adelantos.
Nueva generación
Detrás de una camada de CEO hay una generación de jóvenes de 30 años que ya trabajan en puestos de responsabilidad.
Base sólida
Estos ejecutivos se destacan por su formación y experiencia.