En el marco de la segunda jornada del XXII Congreso Aapresid, que este año se desarrolla en Salón Metropolitano bajo el lema “La Misión”, tuvo lugar el Simposio Agua “Nuestra misión en el cuidado del recurso, la reglamentación, políticas públicas y potencial en Argentina”, organizado junto a la Asociación de Semilleros Argentinos.

Entre los objetivos del encuentro, que tuvo como escenario la Sala Intacta RR2 Pro, se planteó como gravitante despertar el interés en todos los actores participantes de la producción agropecuaria a la hora de generar estrategias que garanticen la sustentabilidad del recurso.

Para ello, el panel integrado por los especialistas Luis Loyola, José García Serrano, José Morabito, Gervasio Finozzi y Álvaro Eleutério Da Silva ponderó la articulación de los sectores público y privado en tal sentido.

En la introducción se señaló la particularidad de Argentina, que reconoce dos modelos. El primero, marcado por la escasez del recurso y que refleja una implementación criteriosa del mismo. Y en la otra margen, zonas donde recién en los últimos años se plantearon cánones para su uso, tal como ocurrió con normativas de vigencia reciente en -por ejemplo- la provincia de Buenos Aires.

Luis Loyola, especialista en Agua y representante de FAO Chile –actualmente lidera un proyecto de estudio de ampliación de área de riego en nuestro país– fue el primero en prestar su voz frente al auditorio para avanzar, a grandes rasgos, sobre las líneas trazadas desde la FAO (Food and Agriculture Organization) y el Programa de Servicios Agrícolas Provinciales (PROSAP) para la conservación del H2O a nivel regional.

En el marco de esa visión estructural, señaló que el aumento de la población mundial estimado para los próximos años encuentra su correlato tanto en la demanda de alimentos como en la cantidad de recursos para producirlos (ente ellos, el riego).

El desafío del sector agrícola resulta entonces generar un nuevo paradigma para hacer frente a escenario que articule “una mejora en la gestión de agua”, “una baja en los costos de energía”, “un aumento en los rendimientos” con la intención puesta en la “preservación de los suelos” y “mejoras en los cultivos”. Su síntesis fue “ahorrar para crecer”.

Para enfrentar ese futuro, que implica el manejo del agua superficial y subterránea, el interlocutor destacó el trabajo conjunto en políticas de los sectores público y privado; una constante sobre la que avanzaron los restantes disertantes.

Luego fue el turno del doctor ingeniero agrónomo José García Serrano, asesor del Banco Mundial y comendador de la Orden del Mérito Agrícola. Como integrante del Cuerpo Nacional de Ingenieros Agrónomos del Estado Español, recuperó la experiencia de su país en torno a la sustentabilidad del recurso.

El también asesor técnico de diversas comunidades de regantes ibéricas, realizó una retrospectiva de la interacción entre el capital público y el privado –en el pasado y la actualidad–, así como también profundizó sobre la reglamentación existente en España en materia de riego y políticas de operación del recurso.

“Las autonomías van por un lado y las hidrografía por otro”, señaló.

El especialista citó una “escasez física (cualitativa y cuantitativa) y operativa (podría agotarse si se aumenta la superficie de riego) del agua. De hecho, dijo “hemos llegado al techo”. Con ese límite como horizonte, alentó la modernización para buscar otras oportunidades.

El ingeniero agrónomo José Morábito, director de la Maestría y Especialización en Riego y Drenaje de la UN de Cuyo/INA/INTA, disertó en tercer término y expuso sobre un estudio modélico de productividad en el NOA argentino, con y sin riego, y su impacto.

En el trabajo, el responsable del Programa de Investigaciones en Riego y Drenaje del Centro Regional Andino del Instituto Nacional del Agua (CRA-INA) contó que se trabajó como variable la demanda de agua de los cultivos en la región, según los meses del año, para luego conformar mapas de requerimiento hídrico, y lo hizo con profusos datos relativos a distintos cultivos.

Luego fue el turno del ingeniero agrónomo Gervasio Finozzi, que es coordinador de Recursos Hídricos de Uruguay. Disertó sobre la conformación de un sistema nacional de información agropecuaria (pesca, ganadería y cultivos) que desarrolla el gobierno oriental para integrar esos datos en los sistemas de información para efectivizar el uso del recurso.

Sobre el cierre, el funcionario oriental se refirió a la plataforma como “un bien público” capaz de colaborar con la toma de decisiones de los distintos sectores, tanto público como privado.

“Organizar, filtrar y priorizar para conectar e informar al productor”, sintetizó sobre el cierre de la exposición.

Por último, Álvaro Eleutério Da Silva, a cargo de la coordinación general de negocios de Agricultura Irrigada del Ministerio de Integración Nacional del Brasil, profundizó con datos y el relato de experiencias cuáles son (y fueron) las políticas, herramientas y estrategias articuladas en el modelo brasilero en torno a la implementación del recurso, así como también las posibilidades de la inversión de los distintos sectores sociales.