El jueves 7 de agosto, durante la segunda jornada del 22° Congreso Aapresid, en la sala Rizobacter, tuvo lugar el Simposio de Bioeconomía II. La producción agropecuaria, los buenos usos y la economía asociada con el cuidado del medio ambiente. Claves para el presente, futuro y potencialidades en Argentina.

Durante el primer bloque disertó sobre proyectos de bioenergía, Damián Bleger, subsecretario de Energías Renovables de la provincia de Santa Fe. En el segundo turno, Víctor Accastello, de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), expuso sobre el proyecto ACA Bio y su planta de Bioetanol, en Villa María.

Frente al auditorio, Damián Bleger, trazó un detallado panorama sobre las energías renovables, proyectos y sus marcos regulatorios. Se refirió a la ley provincial de biocombustibles (N° 12.692) del año 2006 y sus correlatos prácticos en la realidad de los hechos. Mencionó los proyectos relacionados con la bioenergía asumidos con el Banco Municipal de Rosario, para la producción de equipos o partes generadores de energía renovable tendiente a la eficiencia energética.

Otros proyectos a los que hizo referencia, fueron: el parque de energía eólica para Rufino que es un proyecto ya en camino y la planta solar fotovoltática en San Lorenzo; proyecto para generar energía para contribuir a la red nacional.

Seguidamente, Victor Accastello, cordobés, gerente del departamento de insumos agropecuarios de ACA, presento ACA BIO, la planta de bioetanol en Villa María y destacó el proyecto de biocombustible producido con sorgo y maíz que sirve para el corte de las naftas argentinas.

Según precisó Accastello, el rendimiento de estos procesos resulta sumamente productivo no sólo en cuanto al bioetanol, sino que además se producen granos destilados y burlanda, que son utilizados para la alimentación de animales de feed lot y tambos. Dióxido de carbono, que es utilizado en la fabricación de bebidas gaseosas y aceite para la producción de biodiesel.

Además interviene en la cogeneración de su propia energía eléctrica para el funcionamiento de la planta.

Hoy –según agregó el referente de ACA- existe un alto porcentaje de biocombustible producido en Villa María que es consumido por los autos argentinos.

Hizo una especial referencia a que todos ganaban con el proyecto: los productos, aumentan sus precios por la mayor demanda en origen.

El tambero, que tiene una producción más barata y un mejor rinde. La empresa, generando excedentes. El estado, sustituyendo importaciones y aumentando la actividad. Y finalmente la sociedad generando un mayor empleo y un ambiente más limpio.

Dejó planteado como base para analizar un futuro cercano, el incremento del corte de nafta, existiendo hoy un régimen legal que prevé un aumento del porcentaje de corte del 15 % a 15 años.

En el segundo bloque del Simposio de Bioeconomía II, la pregunta analizaba, ¿qué misión debemos cumplir para lograr un desarrollo sustentable de la matriz energética de argentina?. Expusieron en primer término Sebastián Scheimberg y por último Gabriel Ríos, de Terminal 6.

El licenciado en economía egresado de la UBA, profesor en la diplomatura de energía de Copina, habló sobre el horizonte del sector energético argentino -que hoy es muy complejo-. Insistió en que existe escasez de energía, tanto de gas natural, que debemos importar como energía eléctrica. También habló sobre el deterioro en el stock y en la calidad de dichos servicios.

Explicó que la aparición de los recursos no convencionales, son una nueva oportunidad para la Argentina; para abrir una puerta de crecimiento y desarrollo.
Como dato y a modo de cierre, expresó que Argentina está en el segundo puesto en potencialidad para generar gas no convencional y en el cuarto puesto en potencialidad para la generación de petróleo no convencional.

En segundo lugar hizo su exposición, Gabriel Ríos, representanta de Terminal 6 de Puerto San Martín, Santa Fe, quién destacó la potencialidad de los biocombustibles que se producen en la región.

Refirió que en la planta se produce bioetanol, biodiesel, biogás y biojet, cuyos objetivos son disminuir los gases de efecto invernadero y disminuir el uso de combustibles fósiles no renovables.

El principal desafío en este sentido es ampliar el consumo de biodiesel, con una intervención del estado en materia de subsidios, aranceles diferenciales para exportaciones, etc. Con el objetivo de recuperar el mercado de la Unión Europea, la confianza en el mercado interno y el aseguramiento de los consumos básicos.

Por último Carolina Bondolich, magister de la universidad de Córdoba, integrante de FADA, habló sobre la energía con biomasa agropecuaria.

En su conferencia, hizo mención del marco regulatorio, la ley nacional 26.190 del año 2006, que a pesar de ser un avance en el tema, demoró la aparición e instrumentación de proyectos, debido a que muchos puntos quedaron pendientes de reglamentar.

Por otro lado, mencionó la resolución dictada en el año 2008, sobre contratación directa de unidades renovables.

Bondolich concluyó su exposición y planteó los avances que se produjeron en materia de bioenergía, pero insistió en que aún falta mucho camino por recorrer y muchos cambios favorables para el aumento y efectividad de su producción.