Si debiéramos resumir cuáles son los condicionantes actuales de los precios del cereal, diríamos que se fundamentan en tres puntos: el político interno, el climático en América del Norte y el político internacional.
Sabemos que sembrar trigo en la Argentina tiene riesgos más contundentes que la implantación de otros granos como es el caso de la soja.
El trigo tiene una connotación política que viene de lejos.
Hoy con la tan declamada idea de “la mesa de los argentinos” la estrategia oficial está haciendo estragos sobre la actividad específica y, sobre todo, sobre la sustentabilidad del agro que sufre una acentuada caída en las rotaciones agrícolas.
El problema está tan asentado que hoy la gente común confunde agro con soja. La sociedad no comprende cómo se está hipotecando el futuro.
Este cuadro no ha variado sustancialmente, pese a todo lo que se afirma.
Así están las cosas. El temor a sembrar trigo no amaina y el clima no ayuda.
Existe una suave tendencia al aumento en la superficie de siembra a costa de la cebada que ha dejado un sabor amargo en la última campaña. En la zona núcleo es posible que crezca cerca de un 15%.
Pero todo depende del tiempo ya que las lluvias no dejan trabajar y los caminos de tierra presentan grandes dificultades para el transporte.
El primer día hábil de junio se presenta así: la molinería en Rosario ofreció $ 2.060 por toneladas, por el cereal Art.12 con descarga inmediata. A su vez, la exportación habría operado en torno a u$s 200 por tonelada, por el cereal condiciones cámara entrega en noviembre.
Por el momento no se visualizan cambios que mejoren las perspectivas. Y los precios domésticos así lo revelan.
Donde las cosas pueden estar cambiando es en el plano internacional.
Las condiciones climáticas en EE.UU. han comenzado a mejorar y las lluvias en las planicies, tan necesitadas de agua, están beneficiadas por éstas.
Pese a ello, todavía falta recorrer todo junio. Y éste es un mes decisivo en términos de rindes.
La cuestión no es menor ya que este país es un formador de precios.
Otro fenómeno que sigue los valores del trigo como fantasmas es la amenaza de conflicto en Ucrania.
Es cierto que, por ahora, el cuadro en esta parte de Eurasia está más calmo, pero no se pueden descartar nuevos conflictos de la mano de militantes prorrusos.
Acá es posible que surjan sorpresas -aunque lamentablemente- favorables a los precios.