Con el generalizado pronóstico de que este año crecerá la superficie implantada, los productores entrerrianos ya comenzaron la siembra del trigo 2014/15. Los primeros lotes, según reportó la Bolsa de Cereales de Entre Ríos a través de su Sistema de Información, se sembraron con ciclos largos en los departamentos Paraná y Victoria.
Los técnicos de la Bolsa entrerriana, si bien aún no hablan de porcentajes, reiteraron que se “detecta gran interés” por el cereal, por lo que ratificaron su estimación de que el área destinada a la producción de trigo experimentará una expansión. Todavía, sin embargo, “es muy temprano como para determinar un nivel de crecimiento certero”, aclararon.
Más área. A nivel nacional, en tanto, el Panorama Agrícola Semanal (PAS) de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires calculó hasta el momento un progreso de implantación del 2% sobre un área estimada para el presente ciclo de 4.300.000 hectáreas, que de concretarse significaría un incremento del 18,8% con relación al ciclo 2013/14.
En números absolutos, precisa el PAS, se sembraron más de 85.000 hectáreas en las zonas del NOA, NEA, Centro-Norte de Córdoba, Centro Norte de Santa Fe, Centro-Este de Entre Ríos, Norte de La Pampa y en el extremo sur de Buenos Aires.
El clima. Para Guillermo Alonso, gerente de Servicio Técnico de la empresa Nidera, desde el punto de vista climático las condiciones son muy favorables, porque las lluvias de verano y otoño están muy bien acumuladas en el perfil. “En esta campaña los productores que quieran sembrar un trigo de ciclo largo, podrán hacerlo sin riesgo de quedarse con las bolsas de semillas en la mano”, señaló.
En este marco, Alonso reveló que la empresa está viendo una gran demanda de semillas, “especialmente en ambientes no tradicionalmente trigueros, como son el centro de Santa Fe, sur de Córdoba y Entre Ríos”. Esto posiblemente se traducirá en un incremento de entre un 10 y 15% de la superficie triguera respecto de la campaña pasada.
Por qué sembrar. Las razones por las que resulta conveniente apostar al trigo no son pocas: “Por un lado permite hacerse de liquidez a fin de año y, como yapa, hay perspectivas de buen precio”, señaló.
Por otro lado, la rotación con este cereal trae muchos beneficios en el manejo de malezas resistentes a glifosato, ya que permite diversificar los principios activos y atacar a las malezas en el momento más importante (en estados vegetativos). Además, el trigo permite homogeneizar la fertilización, recordó Alonso.
El especialista, además, sugirió a los productores poner especial énfasis en el componente varietal, es decir, elegir la genética de acuerdo al ambiente y al potencial de rendimiento. Como segunda cuestión, recomendó, deben precisar el objetivo, que en algunos ambientes puede apuntar sólo a rendimiento, mientras que en otros se puede buscar también calidad. “Para determinar eso, el productor puede recurrir a ensayos comparativos de rendimiento de la red de ensayos de trigo del INTA, o de Aacrea, por ejemplo”, recomendó.
Rindes. En el ciclo anterior el rinde promedio nacional fue de 29,6 qq/ha y el provincial de 27,48 qq/ha, pero con buen manejo y acompañamiento del ambiente, según Alonso, “en Entre Ríos se encontraron rindes de 55 qq/ha, en el centro de Santa Fe 50 qq/ha y 55 qq/ha en el norte de Buenos Aires”.
El mejoramiento genético
Según Guillermo Alonso, gerente de Servicio Técnico de la empresa Nidera, los trabajos de mejoramiento siguen buscando los máximos potenciales de rendimiento para cada ambiente, pero con una calidad comercial e industrial acorde a los requerimientos del mercado argentino y externo. Luego, mejorar el comportamiento sanitario, tanto a roya como a fusarium. “Se buscan materiales que tengan mayor velocidad de secado. Y todo eso atado a otras características que vienen de la línea del germoplasma europeo, que es el buen comportamiento a vuelco, que permite obtener altísimos rendimientos sin la incertidumbre de que la variedad se te caiga, y por otro lado, el comportamiento a helada en pasto”, agregó.