Las instituciones siguen elevando sus apuestas respecto al número final de producción. Esta semana la Bolsa de Comercio de Rosario señaló que los mejores rendimientos de Córdoba y la región del NEA permiten aumentar el rinde nacional promedio a 2,830 tt/ha. totalizando unas 55,7 millones de tt. Estimaciones en línea con las expectativas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, 55,5 millones de tt, luego de que la cosecha avance hasta el 67% del área con demoras a nivel nacional del 22,3%, razón por la cual todavía no está dicha la última palabra.

Ahora bien, en relación a los valores de la oleaginosa a lo largo de la semana los mismos se mantienen firmes, motivados tanto por factores externos -como la escasa disponibilidad en EE.UU-, como internos, dados por necesidades específicas de la exportación. Valores que permitieron un mayor dinamismo en la concreción de negocios. Para quienes todavía no cerraron negocios y buscan mejorar la rentabilidad de la campaña es necesario considerar que el precio final tiene dos componentes: por un lado el precio internacional donde si bien la demanda se mantiene firme, se espera una superficie record de siembra en EE.UU, claro que para que esto se concrete deberá transcurrir todo el mercado climático del hemisferio norte.

Por otro lado, el tipo de cambio que luego de varias semanas sin variaciones, ajustó a $ 7,9540/8,0540. Recordemos que según el promedio de consultoras privadas y bancos, el dólar en diciembre se ubicaría en $ 9.83, todavía lejos de los valores actuales. Así, sin actuar sobre las expectativas, los precios y el tipo de cambio estarán nuevamente bajo ataque a partir del segundo semestre, cuando el Estado deberá nuevamente entrar en un raid de pagos de importaciones de energía con el ingreso de las temperaturas invernales. Por cierto, el “blue” mostró sus garras al iniciar mayo. La pregunta del mercado es si se acortan los tiempos y ¿estaremos próximos a un nuevo salto cualitativo del tipo de cambio oficial?

En relación al maíz, la trilla apenas alcanza un tercio de la superficie cubierta, con escasos avances en los labores de los campos de los últimos días, consecuencia de las condiciones climáticas y de la prioridad de los productores por avocarse a recolectar el poroto principalmente. Esto se desprende de cotejar las cifras de ingreso de camiones acumulado en lo que va de este año que representa la mitad del reportado un año atrás y en las compras informadas por los exportadores que totalizan 8 millones de tt frente a más de 15 millones reportadas el año anterior.

Esta situación, con la demora en la recolección induce a los compradores a mejorar la prima sobre el precio para los productores dispuestos a asegurar mercadería en el corto plazo. Según los números de la BCR “la carga programada para el próximo mes en esta región asciende a casi 750.000 tt y compromete el stock de algunos exportadores”. Para quienes puedan disponer de mercadería, los precios ofrecidos durante principios de la semana hasta $ 1.500 sobre los puertos de la zona norte de Rosario parecen una excelente oportunidad. En contraste con esto los meses siguientes auguran una fuerte entrada de mercadería reflejada en los valores bajistas para las posiciones de junio a agosto. En tal sentido realizar coberturas con negocios forward para U$S 165 junio/julio parecen acertadas.

Por último, una breve mención al desafío de inverno que este año tendrá como principal protagonista al trigo, en detrimento de la cebada que había ganado terreno en los últimos años. Recordemos que esta semana trascendió en los medios que próximamente se hará efectiva la devolución del fideicomiso CEPAGA mediante el cual se reintegrará parte de los derechos de exportación que se les descontó. Guiños que si bien podrían incentivar a algunos a sembrar, sobre todo para aprovechar las buenas condiciones hídricas y los mejores márgenes del cultivo, -las estimaciones de la BCBA proyectan una superficie a sembrarse de 4,3 millones de hectáreas, es decir, un incremento interanual de 18,8% - lo cierto es que para revertir la crítica situación de fondo es fundamental un cambio en los mecanismos comerciales, como mayor apertura de las exportaciones y la eliminación de las retenciones. Sencillamente, el futuro del cereal claramente depende más de factores políticos que de oferta y demanda.

Por Lic. en Eco. Adriano Mandolesi , Analista de Mercados ROAGRO
Fuente: Fundación Libertad