En los próximos días EE.UU dará inicio a la cosecha 14/15. Las expectativas de producción récord en soja y maíz son elevadas. Los operadores estarán atentos a los reportes mientras monitorean el ritmo de ventas.
Lento comienzo de la cosecha en el sureste Norteamericano, con rindes excepcionales y por encima de los conocidos el año pasado. Todo apunta a que el principal productor de granos del mundo se encamine hacia un récord histórico que superaría las 103 millones de toneladas en soja y 355 millones de toneladas, en maíz. El clima acompañó durante toda la campaña y el estado de los cultivos es óptimo.
Por el lado de la demanda, los compradores internacionales se muestran activos. Las exportaciones desde EE.UU superan a las registradas un año atrás, mientras que la demanda industrial de Brasil se mantiene muy elevada.
Además, durante la semana la consultora Oil World señaló que proyecta exportaciones desde Norteamérica para ciclo 2014/15 en 46,3 millones de toneladas versus 45,6 millones estimadas por el USDA. Por su parte la molienda, alcanzaría las 49,6 millones vs 47,8 millones esperadas. De confirmarse estos números a pesar de la cosecha récord, la recuperación de las existencias sería sensiblemente menor y los ojos se posarían en Brasil y Argentina, donde por el momento las proyecciones se ubican en niveles históricos.
Restan apenas un par de semanas para que comiencen las siembras de soja en Brasil y las proyecciones siguen indicando un área superior a 31 millones de hectáreas, un incremento del 4-5% respecto al año pasado. En tal sentido, será clave el comportamiento del real en las próximas semanas y el desenlace del proceso electoral en el país carioca.
Bajo este escenario de demanda firme, existen muchas posibilidades que durante los meses de febrero/marzo, la situación en materia de abastecimiento mundial sea ajustada, puesto que nuestro país todavía no volcará su producción al comercio internacional y Brasil suele presentar problemas logísticos para los embarques.
Por su parte en el caso del maíz, será clave la magnitud de las sequías en China, segundo productor mundial, donde la falta de lluvias desde hace varias semanas está amenazando la producción final.
En síntesis, lentamente comienzan a aparecer noticias alcistas, que ponen un freno a las fuertes bajas observadas en el mercado en las últimas semanas. En el corto plazo podrían aparecer algunas preocupaciones por excesos de lluvias que retrasen las cosechas en EE.UU o heladas tempranas para el caso del maíz en el “cinturón maicero”. Pero las miradas ya se posan en el “hemisferio sur” pesando en los próximos meses.
A nivel local, los bajos precios dificultan las decisiones del productor. Los márgenes para encarar la nueva campaña muestran quebrantos y por lo tanto se espera un ajuste del área de maíz, según estimaciones de GEA la caída del área de intención ya acumula el 20% en la zona núcleo mientras que se intensificaría la preferencia por las variedades más tardías. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires, por su parte, estima a nivel país una caída del área sembrada con maíz del 10%.
En tanto, en relación al trigo luego de las abundantes lluvias de la semana pasada en el centro y sur de la región bonaerense, se registraron anegamientos en varios campos. Consecuencia de esto, los especialistas mencionan la pérdida potencial de lotes, por excesos hídricos y se espera un ajuste en la producción estimada. De todas formas, el productor sólo podrá captar mejores precios si se confirma una apertura de las exportaciones, decisión exclusivamente política.
En lo que respecta a la soja, bajo este escenario sería recomendable realizar una estrategia de cobertura, asegurando un piso en el precio de venta, mediante la venta de un futuro mayo 15 en U$S 255.3 y comprando un call precio de ejercicio U$S 278 a U$S 7.3, para dejar abierta la posibilidad de captar parte de la suba del futuro. No es necesario mantener esta estrategia hasta el vencimiento.
Sin dudas, la campaña 14/15 representa un verdadero desafío, donde la estrategia de administración de riesgo será clave. La re-definición de arrendamientos una prioridad y las decisiones comerciales cuidadosas permitirán asegurar la rentabilidad buscada.