Muy simple: "No queremos seguir renegando", dicen.
A pesar de que la demanda mundial de lácteos parece insaciable, lo cierto es que la actividad se ha vuelto demasiada complicada para muchos tamberos. Y las frustraciones parecen estar siempre un paso adelante de los logros: rodeos que no crecen, poca disponibilidad de mano de obra de calidad, una gestión financiera cada vez más complicada, sistemas productivos pocos flexibles ante variaciones en las relaciones de precios de la leche y sus principales insumos, tambos que ante las contingencias climáticas tardan demasiado tiempo en volver a ordenarse y una actividad que se ha vuelto poco atractiva para las nuevas generaciones. Otro elemento de esta ecuación es la alternativa de pasarse a la agricultura, por ser más simple y a veces más rentable.
Ese "renegar" con el que muchos productores definen el trabajo en el tambo está obligando a los técnicos a repensar por completo el modelo en forma integral.
"Cuando uno plantea estos temas en épocas de crisis debe entusiasmarse porque los cambios y las adaptaciones son posibles. Recogiendo anécdotas de estas situaciones, un amigo me recomendó que no deberíamos copiar lo que hicieron los abuelos en su momento sino pensar que harían ellos hoy". afirmó Roberto Rubio, profesor de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNCBA en las jornadas Gea Westfalia que se realizaron en Mercoláctea.
Para Rubio, el cambio de paradigma debe impulsar a crear y a no gastar el tiempo en lo que no se puede solucionar. "Revisar lo que estamos haciendo es primordial. Los cambios de escala y de productividad, crearon problemas nuevos, que se resuelven con soluciones nuevas. Las salas de ordeño nacieron para trabajar dos horas por día mientras que hoy se trabajan 20 o 22 horas. Antes los operarios eran eternos en las salas de ordeño, mientras que hoy tienen tasas de recambio muy altas. Y aún cuando mantengamos al viejo tambero, se debe tener en cuenta que esta trabajando en condiciones totalmente distintas a cuando se inicio".
¿Cuál es la tecnología que se necesita para estar a la altura de las nuevas circunstancias? "No se necesita tecnología para todo, hay que demandar sólo lo que nos hace falta. La atención de la reproducción o de la salud animal que antes recaía en la mirada inteligente de un ordeñador avezado hoy exige ayudas externas, las cuales están disponibles y que permitan que el 80% del tiempo pueda ser dedicado a sólo el 20% de los animales que lo necesitan. La tecnología tiene un destino que es hacer del hombre, un mejor hombre."
Intensificar, ¿para qué?
Frente a la presión de la agricultura y la búsqueda de mejores números económicos, los tambos gradualmente han intensificado los sistemas. "Se ha incrementado la carga animal y la producción individual y también hemos incrementado el nivel de suplementación por vaca y por hectárea. En definitiva, hemos incrementado el gasto -más del 70% por vaca-, pero, en el resultado global de la empresa, los márgenes no han crecido", aseguró Santiago Fariña, coordinador de Comisión de Lechería en Aacrea luego de las jornadas que realizó esta entidad en Mercoláctea.
Para Fariña, lo más preocupante del análisis es que cada vez es mayor la brecha entre el resultado de los mejores y los peores. "Esta brecha no responde a una cuestión de escala, de capacidad para negociar buenos precios o de solamente sistemas con mejores índices productivos", afirmó.
Un trabajo sobre los factores que definen esta brecha productiva les hizo ver que las mayores diferencias estaban relacionadas con empresarios con mayores aptitudes en términos de foco en el negocio, liderazgo del equipo de trabajo, manejo de forrajes y alimentación y cuestiones de actitud y adaptación al cambio. Para los asesores del Movimiento Crea el "factor humano" en el tambo, desde el nivel gerencial al operativo, es la principal área a mejorar.
Y entonces, ¿la eficiencia productiva no importa? "Sí, importa. De hecho las empresas que están hoy en el cuartil superior en resultado económico tienen mejores resultados productivos. Particularmente en términos de carga, leche por hectárea y utilización de forraje por hectárea", afirma Fariña.
Mario Sirvén, asesor lechero y jurado del Premio Mamyzin, ofrece una pista para que el trabajo en el tambo genere menos contratiempos y frustraciones. "Lo que ocurre con frecuencia es que se corre atrás de los problemas en lugar de prevenirlos. No es cierto que en todos los tambos se reniega. Conozco muchos tambos donde el trabajo se hace en forma normal y agradable, pero con productores conscientes de la importancia de la prevención. Prevenir es ofrecer al personal buenas condiciones de trabajo, buenas remuneraciones, capacitación y empatía. Prevenir es realizar las inversiones que el tambo necesita y la gestión idónea y permanente. La gente capacitada y motivada hará eficiente cualquier sistema".
En un contexto de recursos naturales cada vez más escasos como la tierra, el agua y la energía y de los efectos inciertos del cambio climático global, los productores argentinos -al igual que sus pares competidores en el comercio mundial-, enfrentan el desafío de producir cada vez más, contaminar menos y encima ganar plata.
Quizás la receta que propuso Gordie Jones en el Simposio de Empresarios Lecheros, ayude a resolver el dilema. Para el reconocido asesor que también es propietario de un tambo de 4000 vacas en Wisconsin, "no hay leche en el futuro si las vacas y las personas no son felices. Y no hay vacas y personas felices, sin bienestar, sin confort y dietas consistentes hacia el futuro. Pero no hay felicidad productiva sin gestión, sin gerenciamiento, sin management".
Un momento difícil para los tamberos
Durante Mercolactea 2014, todos los representantes de la cadena láctea pudieron exponer, discutir y debatir el estado actual del sector. "Hoy estamos mal y preocupados", sentenció Teodoro Mulden, propietario de la Cabaña El Solaz, de Brandsen, provincia de Buenos Aires. Dijo que los $3,20 por litro de leche que están requiriendo "no llegan nunca" y expresó: "Hoy estamos cobrando $ 2,70 -con suerte- y los costos nos aumentan muchísimo".
El presidente de la Asociación Criadores de Jersey, Agustín Robredo, señaló que "es un momento complicado por el ánimo que hay en la lechería. Somos uno de los países que puede producir leche barata, pero lamentablemente debido a las políticas del Gobierno no se puede crecer y estamos con el mismo volumen de leche de hace 30 años. Es un negocio estancado y la gente se está desanimando. Da mucha pena cuando se ve que cambian la lechería por soja. Hoy hay que ser fanático para ser lechero".
Por su parte, Marcelo Baldán, gerente regional de Ventas de DeLaval, manifestó: "Estos últimos meses vemos que se ha complicado la situación del sector lácteo. Todo lo que es inversión en bienes de capital está estancado, lo que se está moviendo es la parte de repuestos, de mantenimiento, esto sigue normal".
Baldán dijo que desde hace varios años advierten "que hay una concentración del negocio, y cuando la situación no es buena, el precio no es bueno, esta concentración se profundiza. No tiene nada que ver con el tamaño sino con la eficiencia. Hay algunos productores que son más eficientes, que son los que progresan y siguen apostando, los otros se van quedando".
Javier Perello, pequeño tambero del departamento de Nogoyá en Entre Ríos, forma parte de un grupo de productores que se unieron para agregarle valor a su producción fabricando quesos cremosos y en barra. "Somos todos productores chicos, de entre 20 y 30 animales, que estamos trabajando en forma conjunta con técnicos, profesionales e ingenieros del INTA Nogoyá. Los números son muy finitos. Nosotros nacimos acá, tratamos de apostar y de seguir en el campo, y no irnos a las ciudades", finalizó.
La clave está en la prevención
Santiago Fariña
Asesor Crea
"En los últimos años se incrementó la carga animal, la producción individual y la suplementación, pero el margen no creció."
Gordie Jones
Asesor y productor
"No hay leche en el futuro si las vacas y las personas no son felices. Pero no hay felicidad productiva sin gestión, sin management."
Mario Sirvén
Asesor y jurado Mamyzin
"No todos reniegan, lo que ocurre es que se corre atrás de los problemas en lugar de prevenirlos.".