La producción de soja de Brasil será este año de 86 millones de toneladas, contra las 55 millones que se esperan en la Argentina. El resultado se basa en el área sembrada en ambos países, ítem en el que Brasil, con su enorme extensión, le saca ventaja a la Argentina por 10 millones de hectáreas (20 millones sembradas localmente, contra las 30 millones en Brasil). El rendimiento hace también su parte. La estimación es de 2.870 kilos por hectárea en Brasil versus 2.700 kilos en la Argentina.
Sin embargo, un informe publicado por la Bolsa de Comercio de Rosario (BC) da cuenta de que la molienda de soja será equivalente en ambos países. Se proyecta que industrialicen entre 36 y 37 millones de toneladas en el ciclo agrícola.
En el procesamiento del poroto para su conversión en un producto con mayor valor agregado, explica la BCR, la Argentina corre con una amplia ventaja: el país posee un polo de crushing único en el mundo, que se caracteriza por su eficiencia, concentración y última tecnología, asegura.
La capacidad instalada de procesamiento en el país se acerca a las 68 millones de toneladas por año, contra 45,5 millones de toneladas en Brasil. Sin embargo, el vecino usará el 81,3% de ese total contra apenas el 53,6% que utilizará la Argentina.
Ambos países poseen un gran perfil exportador, pero difieren en el producto exportable: mientras Brasil despacha más del 50% de su producción en forma de porotos, la Argentina sólo envía así el 15%. A la inversa, este último exporta el 95% de su producción de harina, y el 65% de aceite, mientras que Brasil envía sólo el 48% y 20%, respectivamente.
Más allá de la mayor eficiencia nacional para industrializar, también
repercute la cantidad de derivados de soja que Brasil consume internamente.
Para su producción cárnica, Brasil, que es líder global con empresas de la talla
de Sadia, Perdigao, JBS y Marfrig, consume 12 veces más harian de soja que la
Argentina. un total de 14,5 millones de toneladas.
En paralelo, el país usa internamente dos veces el aceite de soja que consume la Argentina. Uno de los principales destinos del producto es el biodiesel.
El clima acompañó este año para que ambos países experimentaran niveles récord de producción de soja. En el caso de Brasil, inclusive, con la posibilidad cierta en algún momento de desplazar a los Estados Unidos como primer productor mundial.