Después de haber sufrido tantas lluvias, el otoño nos está regalando una sucesión de días de sol.

Los pisos se están acomodando y los caminos de tierra, por suerte, están retornando a la normalidad.

De esta forma, la cosecha avanza con agilidad y de a poco recupera el ritmo de años anteriores. En tanto, los camiones circulan en dirección a las plantas y puertos.

Cerca del 90% del área sembrada de la zona núcleo ya ha sido levantada. Sólo quedan algunos bajos y lotes de segunda.

A diferencia del Sudeste de Córdoba y en buena medida del norte de Santa Fe, los rendimientos dejan, en líneas generales, mucho que desear. Regiones que poco se consideran al momento de calcular el volumen total, hoy tienen peso: los lotes de soja en Santiago del Estero y en el Chaco sorprenden por su buena performance.

Así todo, nos reservamos nuestras dudas respecto a los cálculos publicados sobre el volumen final de producción para la campaña.

Por ejemplo, la GEA -Guía Estratégica para el Agro- estima una producción nacional de 54,9 millones de toneladas. Se piensa que, en general, el récord obtenido en el ciclo 2009/10 será superado en esta campaña.

Nosotros preferimos mantener una posición más escéptica, fundamentalmente, por los resultados logrados en la zona sojera por excelencia. Estimar una volumen de 50 millones de toneladas nos resulta racional.

Si se diera este último pronóstico un nuevo soporte en los valores aparecería en escena.

A ello, debe agregarse la reticencia a vender por parte de la producción en un año de elevadas incertidumbre económica e inflación.

No es casual que, en los últimos días, se advierta una tendencia a la baja en el diferencial entre los valores de noviembre y los más cercanos.

Tras establecer una brecha próxima a 100 dólares hace unos quince días, la tendencia se ha revertido. Al menos eso parece.

Fuente: BCR

La cosa toma un color más grave por el apretado cuadro de suministro del país del norte, hoy con ajustadísimos stocks de soja, lo que debería resentir la actividad procesadora tanto en aceites como harinas.

Como sabemos, EE.UU. suele recurrir, en última instancia, a la adquisición de mercadería en el exterior para satisfacer la demanda de su industria procesadora. En tal sentido, se hablan de posibles importaciones procedentes de Brasil.

Finalmente, debemos resaltar otro soporte que últimamente no ejercía mayor influencia en la formación del precio de la soja: el valor del petróleo. Al estar sostenido, los valores de los aceites se potencian en su recorrido.

Brent Petróleo Crudo

Fuente: Oil Price - Net