Presentamos el Informe de Coyuntura de Fundación Mediterránea, una asociación civil sin fines de lucro creada en la ciudad de Córdoba, y el Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL), creado por ésta:
• La balanza comercial entre Argentina y China marcó un déficit histórico de US$ 5.400 millones en 2013
• El plano inclinado se origina por el estancamiento de nuestras exportaciones, fenómeno que estaría reflejando debilidades locales para generar producción exportable bajo condiciones competitivas. Mientras las ventas a China desde la Argentina cayeron a un ritmo anual de 0,6% desde 2008, las de Brasil subieron al 33,2% anual y las de Australia un 37,2%
• Las exportaciones de productos agropecuarios y alimentos medidas por habitante no registran gran diferencia entre Argentina, Brasil Australia y Estados Unidos. Pero, en manufacturas industriales, Argentina vende a China por el equivalente a US$ 8 por habitante, Brasil por US$ 24, Estados Unidos US$ 207 y Australia US$ 384
A comienzos de la última década Argentina contaba con superávit comercial en su relación con China. Las exportaciones al gigante asiático se aproximaban a US$ 1.000 millones en el bienio 2001/2002, mientras que las compras promediaban los US$ 700 millones.
En los seis años siguientes tanto las ventas como las compras externas crecieron a muy buen ritmo, manteniendo una relativa paridad en el intercambio de bienes entre países.
La situación se modificaría a partir del 2008, cuando la balanza se inclina en la dirección contraria, iniciándose un período que llega hasta la actualidad, donde los productos que Argentina coloca en el mercado chino lejos están de compensar los que adquiere del mismo.
El déficit comercial del 2013 llega al récord histórico de US$ 5.400 millones. Actualmente el plano está muy inclinado a favor de China. ¿Era éste un destino inexorable?
En búsqueda de alguna respuesta, esta columna repasa primero la estructura de envíos de Argentina, para luego detenerse en lo sucedido con las exportaciones de los distintos productos durante la última década. En este recorrido se toma como referencia lo sucedido con otros tres países, dos de la región (Brasil y Estados Unidos) y un tercero de condiciones naturales similares a las de nuestro país (Australia).
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