Agrositio se comunicó con el Economista y Jefe del Instituto de Estudios sobre la realidad Argentina y Latinoamericana, que pertenece a la Fundación Mediterránea, Juan Manuel Garzón para hablar sobre los productores que al parecer retienen el 35% de la soja a la espera de que se acelere la devaluación.

“Los productores están viendo que se agoto un modelo económico, que tenía en uno de sus pilares el atraso cambiario. En estos últimos años hemos visto una inflación alta y un tipo de cambio que va por detrás de esa inflación”, afirmó el economista.

La expectativa de una aceleración de la devaluación oficial, el uso del grano como reserva de valor y la ausencia de otras alternativas de inversión atractivas están haciendo que los productores retengan a esta altura del año poco más del 35% de la última cosecha de soja. Sobre una producción que en el último ciclo se ubicó en 49,3 millones de toneladas, los productores aún tienen en sus manos unos 17,5 millones de toneladas de la oleaginosa sin vender, informó el periodista de La Nación, Fernando Bertello.

Para diversos especialistas, los productores prefirieron deshacerse rápido cuando pudieron del maíz y del trigo, dos cultivos intervenidos por el Gobierno, y en cambio decidieron quedarse con la soja, impulsados, entre otros factores, por la expectativa de una mayor devaluación. "En julio el tipo de cambio se depreció un 2,1% y en agosto, un 2,6%. El productor probablemente esté haciendo el siguiente razonamiento: si tengo la plata en soja al menos voy a recuperar la inflación e incluso puedo hacer una diferencia si el tipo de cambio se devalúa fuerte", analizó Juan Manuel Garzón.

Para Garzón, si los precios internacionales bajaran, como algunos expertos prevén que ocurra, y el tipo de cambio se mantuviera relativamente estable, el productor "no habrá hecho el mejor negocio atesorando la soja". Pero aclaró: "El productor tiene mucho por ganar en caso que el tipo de cambio real converja hacia niveles más cercanos a los que tuvo la economía argentina entre 2005 y 2007".

"Con respecto a los precios internos lo que podemos ver es que la industria aceitera, que está muy necesitada de granos, tenga que salir a pagar precios un poco más altos que los precios a los que puede pagar por el grano, dada la paridad con el aceite, con la harina, etc. Podemos ver precios un poco más altos que los que estarían en un caso de comercialización más normal de venta de granos por parte de los productores”, aseguró el economista a Agrositio.

Radio: Economista y Jefe del Instituto de Estudios sobre la realidad Argentina y Latinoamericana, que pertenece a la Fundación Mediterránea, Juan Manuel Garzón.