Con una teleconferencia desde la Casa Rosada, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner formalizará hoy el reintegro de las retenciones por exportación de trigo a los productores del cereal de la campaña 2013/14.
El anuncio no genera entusiasmo en el sector. Es más muchos dirigentes lo consideran como una burla más hacia el sector, luego de años en el que el trigo sufrió una férrea intervención por parte del ex secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno, que terminó con precios al productor planchados y las más bajas siembras de las últimas décadas.
Además, la devolución de retenciones a los productores trigueros será más bien simbólica. Es que la escasa exportación (apenas se llevan autorizadas 1 millón de toneladas de trigo 2013/14 para vender al mundo), hace que el fondo para reintegrar retenciones esté bien alejado de lo que se estimaba cuando, hace un año, fue lanzado.
El fideicomiso del trigo tiene hoy algo más de u$s 22 millones (al lanzarlo se estipulaba que podría llegar a u$s 600 millones), que serán repartidos en poco más de 10.000 productores.
Por eso, se estima que Cristina podría adicionar alguna medida más de estímulo para que la superficie sembrada con el cereal no pierda hectáreas en manos de, por caso, la cebada.
Lo previsto es que, desde las 18, la jefa del Estado se contacte con el intendente interino de Necochea, José Luis Vidal, para formalizar la entrega de los fondos del fideicomiso del trigo. Con el funcionario municipal, estará el secretario de Agricultura, Gabriel Delgado, y un grupo de productores trigueros de la zona sudeste bonaerense, afirmaron fuentes oficiales.
Pero como el anuncio tiene gusto a poco, se espera que la Presidenta aproveche la oportunidad para lanzar una línea de créditos blandos para los productores para anunciar algunas otras medidas para incentivar la siembra del trigo, que tuvo las peores dos campañas en varios años: la 2012/13 no solo fue de una exigua siembra, sino que también dejó apenas 8,2 millones de toneladas del cereal, lo que derivó en precios récord para el grano (que superó los u$s 700 en el Matba) y generó fuerte alza de la harina, el pan y derivados.
La campaña pasada también fue floja: 3,6 millones de hectáreas sembradas, 9,2 millones de toneladas producidas, de las que solo se autorizó exportación por 1 millón de toneladas. Para la inminente campaña se estima que abarcaría 4,1 millones de hectáreas, de las más altas de los últimos cinco años.
Entre las medidas que podría anunciar Cristina figura una línea de créditos blandos para los productores. También había expectativa respecto de que el acto sea el escenario elegido para anunciar la apertura a la exportación de 500.000 toneladas, el tramo final del saldo exportable calculado por el Gobierno (un total de 1,5 millón, aunque se calcula que existen 2 millones más de toneladas en condiciones de ser exportadas sin perjudicar el abastecimiento interno).
También en el acto podrían darse precisiones sobre un nuevo sistema de Registro de Operaciones de Exportación (ROE), en el que trabajan el ministro de Economía, Axel Kicillof, y su par de Agricultura, Carlos Casamiquela, desde fines de año, y que más allá de algunos pronunciamientos sobre la necesidad de que el sistema se agilice y transparente, no hubo avances al respecto.