El negocio agropecuario es central para la economía argentina y, aunque la presión impositiva hace que para algunos sea un negocio poco rentable, para las grandes corporaciones la tierra productiva de la Argentina lo convierte en un mercado estratégico.
Por lo menos así lo entiende Brian Benson, máximo responsable de las operaciones locales de Nufarm, compañía australiana que se encuentra en el top ten de las mayores productores y proveedores mundiales de agroquímicos destinados a la protección de cultivos y a la producción de semillas.
La empresa está presente en la Argentina desde 2002 y este año su facturación será de u$s 90 millones. Al respecto, el ejecutivo considera que el mercado local presenta desafíos; asegura que el tipo de cambio sigue siendo favorable para los productores y que las retenciones son un problema pero que, en definitiva, hicieron más eficiente el negocio.
Viniendo de un país con producción similar a la argentina ¿qué opinión tiene del país?
Australia y Argentina son similares desde el punto de vista de que la agricultura tiene un fuerte peso en la economía del país. Además, hay muchas similitudes en cómo se adopta la tecnología. Lo que sí, la ventaja que tiene Argentina es que es rigurosa y expeditiva, comparado con los países limítrofes, a la hora de adoptar nuevas tecnologías. Para nosotros la Argentina es un país estratégico en el negocio de la agricultura.
¿Cómo encuentra tantas similitudes entre un país desarrollado y otro en vías de serlo?
En el negocio agropecuario no es un país en vías de desarrollo sino que está dentro del grupo de los desarrollados. Los productores locales son muy capaces.
¿A pesar de los vaivenes económicos?
Es cierto que es un país que presenta desafíos, pero nosotros tenemos un equipo de gente que trabaja muy bien y que permite llevar adelante el negocio sin inconvenientes.
Nufarm Argentina depende de Brasil que, obviamente, depende de Australia. Este año facturarán alrededor de u$s 90 millones. ¿Cómo hacen con la prohibición de girar dividendos?
Es difícil y a veces puede llegar a complicar. Pero como el negocio está creciendo la verdad es que se termina reinvirtiendo. Quizás en una empresa más madura seguro que esto representa una complicación mayor.
Algunos sectores piden un dólar más caro. ¿Cuál cree que debería ser la cotización?
Creo que el tipo de cambio está bien, sigue siendo favorable para los productores que tienen una facturación en dólares que, con esta cotización, les permite seguir reinvirtiendo en tecnología. Es cierto que las devaluaciones, tanto del peso como del real o de otras monedas, complican más pero en nuestro caso encontramos alternativas operativas importamos, producimos y vendemos y utilizamos herramientas financieras para cubrir nuestra posición en dólares como cobranzas, canjes, tarjetas, etc. Hay que entender que nosotros armamos una canasta de monedas ya que utilizamos el dólar australiano, el estadounidense, el euro, el real, el peso, etc.
¿La Argentina es un país central en el mapa de los agrobussines a pesar de las retenciones?
Entiendo que las retenciones son algo muy importante para el Gobierno, pero también que representan una dificultad real que enfrentan los productores. De todas formas, lo positivo fue que esto también es algo que los hace más eficientes, los empuja a adoptar tecnologías más rápido que en otros mercados para poder tener la rentabilidad más alta y así soportar el peso del tributo.
¿Hacia dónde va la industria?
Lo que viene es que las compañías van a empezar a trabajar en programas de mejoramiento pensando en que los commodities dejen de serlo para tener más especificaciones. Un ejemplo de esto es el sorgo blanco libre de gluten para celíacos.