En el caso de la soja el principal condimento alcista fue la firmeza de la demanda interna norteamericana, donde a pesar de los precios elevados actuales, la molienda fue récord y superior a lo esperado por los analistas. En el caso del trigo renovadas tensiones en Ucrania generaron que el mercado se recalentara, al tiempo que la calidad de los cultivos de trigo de invierno norteamericanos se deterioró otro punto porcentual.

Cuando nos planteamos la perspectiva de precios en los mercados externos, vemos que una cosa es hablar de soja para EEUU, donde la demanda es muy firme, y la oferta se está agotando, haciendo que los precios se sostengan firmes, del resto del mundo, especialmente Sudamérica, donde se sufrían las consecuencias de los contratos incumplido de China con mayor magnitud.

Por otro lado, poniendo los faros más largos, la expectativa de mayor área sembrada nos hace pensar que podría venir una recomposición de stocks, al menos en los libros, que nos llevará de junio en adelante a estar atentos a los guarismos de nueva cosecha. Allí el clima tendrá un rol preponderante, pero recién entraría a tallar cuando lleguen los procesos de floración.

En cuanto al maíz, no se debe dejar de lado que el mercado había bajado mucho, centrado en el pico de oferta de EEUU. Pero los valores se han recuperado desde esos niveles, y estaría cerca de los máximos que nos imaginábamos para este año. El problema es que a estos precios, la demanda no frena, y pone en riesgo el abastecimiento de mercadería para EEUU. Esto ocurre por una sobrestimación clara de la demanda, que es mucho más firme que lo esperado.

Pero más allá de estas cuestiones de corto plazo, lo otro que habría que ver es que tendremos por delante una campaña nueva con caída de área de maíz en EEUU. Si bien el clima terminará siendo preponderante, esto no deja de ser una noticia positiva para los precios futuros de maíz.

En lo que hace al mercado interno, la presión de oferta de la cosecha de soja impide que los valores trepen al mismo nivel que lo hace el mercado internacional. Esto tiene decepcionados a los productores, que ya han vendido a estos precios y esperan nuevos máximos para colocar el resto. Sin embargo la pregunta es si podrán seguir reteniendo más allá de mayo o junio cuando se produzcan los vencimientos de los créditos del sector.

En lo que hace al maíz se sigue dando la curiosidad en esta campaña de que el precio tanto para el cerrado mes de marzo, como para abril, registra mayor cotización que junio/julio. Lo que ha ocurrido es que al no poderse sembrar en fecha el maíz, para evitar riesgos climáticos, se decidió implantar una mayor proporción que otros años de maíz tardío o de segunda. Esta decisión habría sido acertada a la luz de los magros rindes del maíz sembrado en fecha, que tuvo que pasar por momentos de mucho calor y falta de humedad en enero. De todas formas, de la mano de mejoras en los precios internacionales, deberíamos ver mejores precios para el mercado local. Es importante destacar que esto ocurrirá siempre y cuando los ROE VERDE sigan activos. Al respecto, con exportadores que han comprado menos de 5 mill.tt. siendo conservadores, podrían exportarse sin problemas hasta 16 mill.tt. con lo que hay tiempo para esperar sin mayores problemas.

Repitiendo el análisis que hacíamos para soja, el problema es que retener, tanto maíz como soja, parece complicado. El año pasado se pudo retener porque las tasas de interés propuesta por los bancos eran menores que la expectativa de recuperación de precio en pesos, ya que por un lado se tenía la esperanza puesta en subas para los valores internacionales, pero con más certeza se esperaba por el otro lado una devaluación mayor a la que se venía registrando. Finalmente se terminó dando la escapada del dólar en el mercado local.

En el contexto actual de tasas de interés más restrictivas, será difícil retener granos. Especialmente porque se inicia con ventas muy bajas de mercadería, tanto de soja como de maíz y trigo. Por lo tanto creemos que la conjunción de pocos niveles de inicio de ventas, tasas de interés más elevadas, y corte de financiamiento de parte del sistema bancario, puede llevar a que se fuercen ventas.

Los temas que desarrollamos en mayor extensión en esta oportunidad son:

Los números del USDA. Esta semana el USDA publicó sus proyecciones de oferta y demanda mundial, y en la actualización lo más destacable fue la reducción fuerte de existencias de maíz, menor en el caso de soja, y un aumento de stocks de trigo en todos los casos para EEUU. No se dieron variaciones para las proyecciones Argentinas, mientras que en Brasil se subió 1 mill.tt. la producción de maíz y se redujo 1 mill.tt. la de soja.

Las fuertes lluvias demoran la cosecha gruesa. En el inicio de la semana se dieron fuertes lluvias que generaron problemas de exceso de humedad. Esto demora la trilla y además hace pensar en que los rindes de soja podrían verse impactados.