Es cierto: pese a todo, el nivel de oferta de soja en el mundo se mantiene, hasta que se complete la cosecha de la nueva campaña, relativamente aceptable para la demanda existente.
Es decir que, al momento de que la estrechez de oferta del norte comienza a ser insoportable, aparece la del sur.
La realidad es que, aún cuando los stocks de EE.UU. se hallan en el menor nivel de los últimos diez años, la entrada de la cosecha del sur viene a compensar la situación del norte.
En poco tiempo más, este país deberá salir del comercio por falta de mercadería. Tan agudo es el cuadro de Norteamérica que no se descarta la posibilidad de que Brasil y Paraguay embarquen con destino a EE.UU. En buen romance, que vayan en su auxilio.
Antes las dificultades de este país por originar mercadería para la exportación, se estima que podría comprar entre un millón y un millón y medio de toneladas.
¿Puede presionar los precios hacia baja la producción esperable en el norte?
La oferta del hemisferio norte está todavía en “veremos”. Según se presenten las perspectivas del clima, podremos vislumbrar la cuantía de ésta.
Lo que sí se presenta como factor seguro para la baja es la estimación de siembra. De acuerdo al informe de Perspectivas por parte del USDA, la siembra en EE.UU. llegará al récord de casi 33 millones de hectáreas. Hay que ver si se puede cumplir… Por lo pronto, el invierno que está atravesando la región agrícola es muy duro y seco. Ello no es un buen augurio.
Como sabemos, América del Sur es la que contribuye ahora a incrementar los stocks. La brújula, desde abril, está mirando al sur.
Se calcula que la producción de algo más del 80% de la superficie sembrada en Brasil ya está levantada. Respecto a nuestro país, tal ratio gira en torno al 25%.
Por ello, los precios de esta mitad del mundo deberían tender a la baja. Y el mercado de Chicago -por su ubicación- tendría mayor resistencia a la caída de valores.
Acá en la Argentina, se nota la fuerza que ejerce el ingreso de la nueva cosecha. Contribuye a ello, también, las estimaciones demasiados optimistas sobre la producción a levantar.
Sin embargo, deberíamos tomar en cuenta lo que el sentido común marca. ¿A qué nos referimos? Realmente, es posible creer en un récord de producción.
Miremos cómo fue la campaña. En buena parte de enero y prácticamente todo febrero, sufrió lluvias extremas y la falta de luz adecuada. Por lo tanto el llenado de granos, dada la baja capacidad fotosintética, las lagunas y charcos formados y la actividad fúngica, ha sido pobre.
A ello debemos agregar las condiciones climáticas al inicio de la cosecha. Mucha lluvia y también, piedra.
Sólo en los últimos tres días, los acumulados del sur de Santa Fe y el norte de la región núcleo superan el nivel de 80 mm. Hay lugares donde las lluvias en este período han marcado más de 150 mm.
Así las cosas, no sólo los cultivos de primera sino también los de segunda
quedan afectados. Y el riesgo de no cosechar buena parte de la superficie crece.
Los excesos hídricos se han generalizado a partir de precipitaciones que en vastas zonas ya han superado los cien milímetros, marca que por sectores incluso ha sido doblada. Debido a que el evento aún tiene por delante períodos muy activos con lluvias muy destacadas es de esperar que los anegamientos superficiales tomen una vasta extensión y compliquen de manera muy significativa la cosecha, al menos en forma temporaria.
Tal como preveían los pronósticos, la presencia de una importante perturbación de niveles medios y altos de la atmósfera, generó fuertes precipitaciones y tormentas muy intensas, algunas acompañadas de granizo, en toda la región central del país. El núcleo más importante estuvo sobre el norte Patagónico. El centro y sur de la provincia de Buenos Aires y el oeste Cordobés fueron también afectados. En la región núcleo durante el fin de semana, se desarrollaron importantes acumulados. Las lluvias superaron los 40 mm y alcanzaron picos de 160 mm.
La semana comienza con las abundantes precipitaciones que continúan de la semana pasada, en toda la zona central del país, con fenómenos moderados a fuertes. Las lluvias y tormentas estarán presentes lunes y martes principalmente. Las zonas más afectadas serán el norte de la Patagonia y toda la región central del país.
El resto de la jornada de hoy, la formación de un centro de baja presión en todos los niveles de la atmósfera generará lluvias y tormentas de variada intensidad en toda la zona central del país y el sector norte de la región de la Patagonia. Los acumulados serán muy importantes, siendo los mismos superiores a los 200mm en algunos sectores. Además, sobre la zona de Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y norte de Buenos Aires, además de presentarse fenómenos persistentes, se prevé que algunas tormentas sean fuertes, con ráfagas de viento y no se descarta la caída de granizo de manera puntual.