Interesado en que este año aumente la siembra de trigo, el Gobierno prepara una batería de medidas para intentar lograr ese objetivo.

Según pudo saber LA NACION, el ministro de Economía, Axel Kicillof , y su par de Agricultura, Carlos Casamiquela , acordaron que se implementará un nuevo sistema para los Registros de Operaciones de Exportación (ROE) en trigo. Aunque sin precisar detalles sobre su aplicación, una fuente con acceso a la negociación entre ambos funcionarios confió: "Se va a hacer más ágil y transparente todo el sistema de ROE para trigo".

En la actualidad, cerrada una operación con el exterior, en las 24 horas siguientes el exportador debe presentar ante la Unidad de Coordinación y Evaluación de Subsidios al Consumo Interno (Ucesci), que reemplazó a la ex Oncca, un formulario para solicitar un ROE con todos los datos de ese negocio. La Ucesci tiene cinco días para aprobar o rechazar esa solicitud. Si la aprueba y el exportador pidió un ROE 365, donde tiene ese lapso de días para embarcar, el operador en cinco días debe anticipar el pago del 90% de las retenciones.

Otra fuente al tanto de las negociaciones contó que habrá créditos para estimular la siembra del cultivo. Como antecedente, recientemente en la provincia de Buenos Aires, donde se cultiva el 60% del cereal del país, el Banco Provincia anunció que a través de su tarjeta agropecuaria se podían adquirir a tasa cero hasta 270 días insumos para el cultivo.

LA PROMESA DE CRISTINA

Además, en la batería de medidas el Gobierno quiere anunciar que cumplirá con la promesa de devolver las retenciones al trigo, un compromiso que asumió la presidenta Cristina Kirchner el año pasado. El fideicomiso para reintegrarlas tiene en caja unos $ 320 millones de pesos. Cada productor cobrará en función de las toneladas que declaró haber cosechado la campaña pasada. En promedio, recibirían unos 35 pesos por cada tonelada que recolectaron de sus campos.

Por otra parte, se prepara la apertura de un nuevo cupo exportable. En enero pasado, Kicillof y Casamiquela autorizaron 1,5 millones de toneladas, pero en tandas de a 500.000 toneladas. Hasta el momento, se habilitó un millón de toneladas y ahora se aprobarían otras 500.000 toneladas para completar la cuota inicial. En paralelo, se dejaría exportar a los molinos harineros otras 50.000 toneladas de harina.

Como al Gobierno lo obsesiona que no se vuelva a repetir la situación de escasez de trigo y harina que hubo el año pasado por una magra cosecha, trascendió que en las últimas semanas estuvo negociando con los molinos que garanticen compras a futuro hasta octubre próximo, es decir, hasta casi un mes antes del inicio de la nueva cosecha.

Kicillof y Casamiquela pactaron hacer el anuncio hoy. Sin embargo, al cierre de esta edición, todo quedó supeditado a si el ministro de Economía viajaba o no a Estados Unidos a la asamblea del Fondo Monetario Internacional (FMI). Si lo hace, las medidas se concretarían a su regreso.

En 2013, en el país se sembraron 3,65 millones de hectáreas con el cereal, una superficie muy por debajo del promedio de 5,5 millones de hectáreas registrado en la década de los noventa. Para esta campaña, cuya siembra empezará en un mes, diversas fuentes privadas esperan de manera preliminar una leve recuperación a 4 millones de hectáreas por el precio internacional y las lluvias.

En la caída del área con trigo influyó la intervención en los mercados por parte del Gobierno, que cuotificó las exportaciones e implementó -cuando el actual jefe de la AFIP, Ricardo Echegaray, se desempeñaba en la ex Oncca- los ROE, un sistema de permisos que se deben solicitar para poder vender.

Precisamente, la dirigencia rural pidió en reiteradas oportunidades eliminar las trabas en los mercados de comercialización del cereal y los ROE.