Con registros de 40 y 100 mm promedio, la lluvia llegó a la región núcleo y resultó clave para la soja que está en plena definición de rendimiento y también para los cultivos de segunda que tenían frenado el crecimiento. Así lo destaca el último informe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Rosario. El panorama no es el mismo para el maíz de primera que ya no puede revertir los daños sobre el rendimiento. Se esperan nuevas lluvias para este sábado 1 de febrero.
En su último informe semanal, GEA señaló que las lluvias registradas entre el jueves 23 y miércoles 29 de enero se generalizaron en toda la región y lograron recomponer las condiciones hídricas. “El norte bonaerense superó los 100 mm, destacándose Pergamino con 176 mm y General Pinto con registros de 158,8 mm. En el resto de la región las lluvias promediaron entre 40 y 80 mm”, señala. Mientras que las temperaturas máximas se mantuvieron entre 38 y 40ºC, y las mínimas fueron muy inferiores comparadas con el resto del mes, promediando entre 10 y 13ºC.
“Frente a este nuevo panorama de bienestar climático, el cultivo de soja retoma fuertemente su desarrollo. Esto resulta fundamental para la oleaginosa de primera que transita los estadios críticos de fructificación y llenado de granos”, remarca el informe de la BCR y se anticipa a proyectar rindes de entre 30 y 45 quintales, siempre y cuando no haya nuevos períodos de estrés termohídrico de consideración.
Este panorama optimista no es el mismo para los grupos cortos que fueron sembrados temprano. “Estos ya fueron afectados, han perdido irremediablemente potencial de rinde y están en llenado de granos”. En lo que respecta a la oleaginosa de segunda, se encuentra actualmente ingresando en floración. “Es notable la presión que las isocas bolillera y medidora están ejerciendo sobre los cultivos, forzando a la realización de hasta cinco controles. Preventivamente comenzaron a aplicarse fungicidas”, señalan desde GEA.
En relación al maíz de primera que continúa llenando granos y los lotes más avanzados alcanzaron la madurez fisiológica, las lluvias llegaron tarde y no hay cambios en cuanto a los daños sobre el rendimiento respecto a la semana anterior. En lotes -todavía destinados a cosecha- se prevén rindes muy dispares. En las zonas más favorecidas se lograrían 80 a 100 quintales. La otra cara de la moneda son los 40-50 qq/ha que con suerte se podrán sacar de áreas donde el clima arremetió con todo. Los maíces tardíos que ingresan en floración son especialmente beneficiados por las lluvias. Mientras que los maíces de segunda despliegan su décima hoja en buenas condiciones.
Por último, la Guía Estratégica hace mención a la realidad del noroeste de Buenos Aires y Canals (Córdoba) que difiere ampliamente del resto de las zonas. “Allí, las últimas lluvias no fueron suficientes para remontar la mala situación en la que están los cultivos”, concluye.