Sin duda, el piloto automático bajo el cual parece estar el país ha logrado al menos recalentar el ambiente de cara al 2015. Cristina Fernández no aparece, su Frente para la Victoria ya ha comenzado un rápido recorrido cuesta abajo y la oposición se prepara para posicionarse en este contexto de la mejor manera posible.

Quien ya es sabido que inició la carrera es Daniel Scioli. Por si quedaban dudas, su jefe de Gabinete, Alberto Perez lo recordó.

"Creemos que este momento de la democracia está requiriendo dirigentes con mucha experiencia, que puedan tener vínculos con muchos sectores de la sociedad y que crean que lo que falta y lo que no se hizo se tiene que hacer sobre la base de lo realizado en los últimos diez años", respondió Pérez al diario La Nación.

"Nosotros somos parte del peronismo y del Frente para la Victoria. Daniel ya fue claro respecto de sus aspiraciones. Este año nos vamos a dedicar a gestionar", explicó el funcionario, y agregó que "se ha trabajado mucho sobre el crecimiento y ahora tiene que venir una etapa de desarrollo: crecimiento con innovación, inclusión y, por lo tanto, sostenible en el tiempo".

Otro que ya no pierde más horas, después de un descanso en la playa, es el tigrense Sergio Massa, quien llega hoy a Córdoba con su campaña 2015.

El dirigente cordobés que organiza la visita es el exdiputado nacional Daniel Asef, en coordinación con dos de los principales operadores del massismo en el armado nacional: Juan José “Juanjo” Álvarez y Norberto Razzeto, dirigente de José C. Paz y hombre de confianza de Massa.

Según informó el diario La Voz del Interior, en esta oportunidad no habrá ningún dirigente cordobés “conocido” al lado de Sergio Massa.

Las encuestas que manejan en el Frente Renovador indicarían que Massa está primero en Córdoba en intención de votos para Presidente. En este contexto, la estrategia de Massa será mostrarse en la Capital, mediante una conferencia de prensa, y luego en Villa Carlos Paz, donde compartirá un almuerzo con un centenar de dirigentes. Luego, recorrerá la peatonal.

Hasta el año pasado, Massa coqueteó con dos intendentes cordobeses: el capitalino Ramón Mestre y el sanfrancisqueño Martín Llaryora.

Ambos no se convertirán en referentes del Frente Renovador: Mestre no dejará el radicalismo y Llaryora se sumó al gabinete del gobernador José Manuel de la Sota, quien está cada día más cerca de Daniel Scioli.

En el PJ cordobés aseguran que el principal motivo por el cual De la Sota sumó a Llaryora a su equipo fue precisamente para que el ahora ministro de Comercio e Industria no se convierta en un embajador del massismo en Córdoba.

De la Sota ha dicho de manera pública que no abandonará el peronismo. Por lo tanto, descartó cualquier acuerdo con Massa, quien ya tiene decidido no participar de la interna del PJ y ser candidato por su propio espacio político.

De la Sota y Massa mantuvieron conversaciones en los primeros meses del año pasado, cuando el mandatario cordobés buscaba conformar un frente anti-K, pero por dentro del PJ.

La estrategia de De la Sota siempre fue enfrentar al kirchnerismo dentro del partido. Massa eligió otro camino: armó su propio partido y derrotó a los K en las urnas en la provincia de Buenos Aires.

Dentro del PJ, junto a Daniel Scioli, es que orquesta su batalla. En diciembre del año pasado, el gobernador bonaerense y su par cordobés ya se habían mostrado juntos tras la semana de saqueos e insubordinación policial. El motivo oficial del encuentro fue la firma de un convenio de cooperación turística, aunque la foto de los dos no dejó de despertar suspicacias dentro del kirchnerismo.

Entonces, De la Sota dijo sobre Scioli: “Me considero su amigo y lo hemos sido durante todos estos años”. El gobernador bonaerense tampoco ahorró flores para su contertulio: “Desde el inicio de mi carrera política siempre encontré en José Manuel un consejo, una reflexión, un acompañamiento y un apoyo”.

De la Sota aseguró que, pese a sus diferencias con el gobierno nacional, mantienen un buen vínculo con Scioli: “De lo que piensa cada uno somos respetuosos y en ese sentido nuestra convivencia se basa en que nunca nadie le falta el respeto al otro y ni tampoco al gobierno nacional por las diferencias que uno pueda llegar a tener”.