El Gobierno anunció que recurrirá a la importación de determinados productos, como tomates brasileños, para garantizar precios y cantidades en las góndolas de supermercados y desató la ira de productores y comerciantes del interior del país así como también de importadores por la arbitrariedad en la elección de productos.

Según indicó ayer el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, la presidenta Cristina Kirchner instruyó al ministro de Economía, Axel Kicillof, para que, a través del Mercado Central, propicie la importación de tomates de Brasil, precisamente para garantizar abastecimiento y precio a los consumidores.

El jefe de ministros anticipó que esa política de importación se hará con todos aquellos bienes que experimenten problemas de oferta estacional o que puedan afectar el nivel de precios del programa de Precios Cuidados.

Capitanich explicó la necesidad de recurrir a la importación de tomates porque se estima que en los próximos 10 días por problemas climáticos podría tener una reducción de la oferta, en consecuencia un incremento de precios.

Tras el anuncio, productores y comerciantes de tomates del interior del país y hasta importadores rechazaron la propuesta.

En particular, el presidente de la Cámara de Importadores de la República Argentina (Cira), Diego Pérez Santisteban, lamentó que el Gobierno no tenga la misma celeridad para normalizar la importación de insumos médicos que faltan hace meses (ver pag 3).

En tanto, productores y comerciantes de tomates alertaron que la medida los sepultará y advirtieron que en Brasil quieren importar tomates argentinos porque debido a la situación cambiaria les sale más barato que comercializar su producción.

No sabe de qué habla. Brasil está buscando tomates argentinos para importar, aseguró Antonio Benardi, productor de Mendoza en declaraciones radiales. El tomate, hoy por hoy, es el producto de la agricultura más caro en todo el mundo. No logramos cubrir los gastos con el precio actual, esa es la realidad, aseguró.

En tanto, el titular de Federación Económica de Mendoza Adolfo Trípodi, advirtió que con la medida el gobierno de Cristina Kirchner sepultará definitivamente a los productores de tomates que fueron afectados por las heladas.

El Gobierno va a resolver el precio pero no los problemas de los productores a los que la helada les llevó todo. Por otro lado, José Soto, productor de tomates de la localidad correntina de Santa Lucía, consideró que es una idea desquiciada que podría poner en jaque a los productores locales y que no tiene en cuenta que la Argentina produce materia prima. En vez de importar tomates, que se producen en el país, que traigan los productos oncológicos que tanta falta hacen, cuestionó Soto.

Por otro lado, Juan Ramón Rodríguez, director del Mercado Central de Posadas, indicó que el abastecimiento de tomates de la zona es óptimo, porque la producción es buena, y remarcó que por la situación cambiaria, comerciantes de Brasil cruzan a Misiones a comprar el producto.

En el vecino país, el tomate fue uno de las principales impulsores de la inflación en 2013 con un salto de 146% interanual en abril aunque en los últimos meses la suba de precios se desaceleró. Según los últimos datos, en los primeros once meses del 2013 el precio del tomate en el país vecino avanzó 10,34% y 17,26% interanual frente a una baja de casi 14% que registró en la Argentina en 2013, según la medición que realiza Consumidores Libres. A pesar que en octubre, el precio de la fruta llegó hasta los $ 40, el representante legal de la entidad, Hector Polino aseguró que hoy se consigue en torno a $ 10.