En los próximos siete días, las principales empresas del sector agroexportador se comprometieron con el Gobierno para completar el ingreso de los u$s 1820 millones. La decisión se tomó en el marco del acuerdo con el Gobierno para el anticipo de prefinanciaciones de futuras exportaciones del sector y fue confirmada por la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC) que emitieron un comunicado a última hora de ayer. En este sentido, ambas entidades señalaron que el ingreso de divisas entre el 5 y el 31 de diciembre del año pasado ascendió a u$s 1.275 millones por lo que el remanente podría rondar los u$s 600 millones.
Según pudo saber El Cronista, la mayor parte del ingreso de divisas se efectuó hasta ahora en forma directa, sin utilizar la letra del Banco Central que el Gobierno había pensado para compensar a los exportadores por la devaluación de los próximos meses. Esto ratifica la vocación del sector por contribuir con la estabilidad monetaria, señalaron en CIARA-CEC.
Sin embargo, la decisión de adelantar esos dólares también obedece a un dato no menor: en el sector reniegan de utilizarlas porque no tienen negociación en el mercado secundario. Si el Central nos hubiera habilitado la negociación secundaria, otro habría sido el resultado, pero no hubo suerte y por ende el instrumento no ha generado aceptación en el sector, señaló un empresario del sector. Hasta ahora se ingresaron por ese instrumento apenas u$s 120 millones.
De todas formas la presión del Gobierno para que los exportadores liquiden los dólares que retiene se hace sentir. En los últimos días, Nidera se quedó sin Cuit acusada por la AFIP de realizar una exportación de trigo sin permiso, mientras que el lunes, la AFIP lanzó un recargo a cuenta de Ganancias para todas aquellas empresas que realicen triangulaciones en sus exportaciones, una operación que mayormente utilizan los exportadores de granos más grandes. Necesitado de recursos, el Banco Central es, quizás, uno de los centros neurálgicos donde repercuten luces y sombras de una relación impar.
Los productores también juegan su partido, ya que una brecha cada vez más grande entre el dólar oficial y el blue repercute negativamente en los incentivos. Como dato, La cotización del blue influye sobre los incentivos que operan en el sector agroexportador para vender los granos y que los exportadores liquiden sus dólares en el mercado de cambios.
Hoy, por cada dólar que vende al exterior el productor sojero, el Gobierno le paga $ 4,30. Con esos pesos, el productor podría querer dolarizar una parte de su liquidez, pero cuando quiere hacerlo, necesita teóricamente otros $ 6,60 para completar la compra de un dólar blue. Si bien la última semana necesitaba $ 5,87, esta cantidad se ha incrementado en los últimos días. Así, la brecha que existe entre el dólar-soja y el blue es de 153%.
A mayor brecha, menor estímulo para vender al exterior y liquidar dólares. Máxime si se tiene en cuenta que el Banco Central ha aumentado el ritmo de devaluación.
Según evalúan en el sector, entre lo que se guarda de trigo y lo que quedó sin vender de la cosecha anterior de soja, podrían ingresarse u$s 3.000 millones. A la vez, y una vez entrado el año y la cosecha gruesa, serán más de u$s 25.000 millones los dólares que debiera aportar el sector. Pero todo, todo, está en stand-by. Tanto la liquidación de dólares como la comercialización de granos parece virtualmente estancada, sostienen.