WASHINGTON.-Estados Unidos, que está negociando acuerdos de libre comercio con países asiáticos y europeos, está explorando lanzar un plan de comercio regional en las Américas que sería la iniciativa económica más ambiciosa de Washington en varios años.

El secretario de Estado de los Estados Unidos, John Kerry, me dijo en una entrevista que está contemplando proponer negociaciones para profundizar el ya existente Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta) de Estados Unidos con México y Canadá, y ampliarlo luego al resto de América latina.

El Nafta cumplirá 20 años en 2014 y, en los últimos años, ha perdido mucho de su impulso inicial. Los funcionarios estadounidenses dicen que el aniversario de 2014 será una gran oportunidad para relanzarlo.

Durante la entrevista que me concedió la semana pasada Kerry dijo que está analizando la idea de relanzar el Nafta con ex embajadores y representantes comerciales de su país. Estados Unidos, México y Canadá serían "el bloque central, que se ampliaría al resto de Centroamérica, el Caribe, Latinoamérica", dijo. Agregó que el plan es empezar por Norteamérica, ya que varios países sudamericanos todavía no están dispuestos a estrechar vínculos con Estados Unidos.

Algunos colaboradores de Kerry me dijeron que el plan podría anunciarse en fecha tan temprana como en febrero, cuando está previsto que el presidente Obama se reúna con sus contrapartes de México y Canadá en una cumbre de líderes norteamericanos por realizarse en México.

Estados Unidos no ha propuesto ningún nuevo bloque comercial en las Américas desde que fracasaron las negociaciones del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) en 2005, cuando Brasil, la Argentina y Venezuela aniquilaron la idea en una cumbre celebrada en Mar del Plata, a la que asistió el entonces presidente George W. Bush.

Desde entonces, Estados Unidos ha firmado acuerdos comerciales bilaterales con Perú, Colombia y Panamá, pero no ha intentado revivir un acuerdo de libre comercio regional en América latina.

En cambio, Obama ha lanzado negociaciones para firmar un Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) con 11 países de la cuenca del Pacífico -casi todos ellos asiáticos, como Japón y Malasia, pero que también incluye algunos países latinoamericanos de la costa del Pacífico, como México- y otro tratado para crear una Sociedad Transatlántica de Comercio e Inversión (TTIP) con 28 naciones de la Unión Europea.

Si Washington firma el acuerdo TransPacífico y el Transatlántico, varios países latinoamericanos importantes que no están incluidos en ninguno de ellos -como Brasil, la Argentina y Venezuela- se quedarían afuera de los bloques comerciales más grandes del mundo.

Kerry negó que no le haya prestado gran atención a América latina y explicó que tuvo que atender crisis en otras partes del mundo. Desde que fue designado como secretario de Estado, realizó 20 viajes, pero sólo dos de ellos fueron a Latinoamérica.

El comercio entre Estados Unidos, México y Canadá se disparó tras la firma del Nafta en 1994, pero fue creciendo más lentamente en los últimos años debido a los duros controles fronterizos de Estados Unidos tras los ataques terroristas de 2001 y también debido a los sentimientos antimexicanos estimulados por opositores a la reforma migratoria que han hecho que los políticos estadounidenses se intimiden a la hora de proponer una profundización de los lazos comerciales con México.

Pero una encuesta reciente realizada por el Centro de Estudios Norteamericanos de American University reveló que el 32% de los ciudadanos de Estados Unidos quiere que Washington priorice los acuerdos comerciales con Canadá y México por sobre sus acuerdos con Asia y Europa.

Mi opinión: no está mal que Estados Unidos negocie tratados de libre comercio con Asia y Europa, pero es un error hacerlo sin profundizar simultáneamente los lazos comerciales en las Américas. Si Estados Unidos quiere competir exitosamente con China y otras potencias comerciales, debe construir cadenas de valor para abastecerse de productos y servicios en sus países vecinos.

En ese sentido, la revelación de Kerry de un posible relanzamiento del Nafta es una buena noticia, si es que se hace en serio. A juzgar por la encuesta de American University, no debería haber excusas para no hacerlo inmediatamente en la cumbre de presidentes norteamericanos que tendrá lugar en México, en febrero.