La "década ganada" está terminando con una inflación récord . Según las mediciones privadas, este año cerrará con una suba en el costo de vida superior a 27%, la mayor desde la llegada de los Kirchner al poder, en 2003.

La evolución de los precios en la era kirchnerista hasta ahora mostraba dos períodos muy diferentes. Entre 2003 y 2007 crecían a una tasa de un solo dígito, pero con una preocupante tendencia a la aceleración. La intervención del Indec -de la que en un mes se cumplirán siete años- marcó un nuevo punto de inflexión y, a partir de ese momento, la inflación se consolidó por encima de 20% anual. Ahora, muchas voces advierten que la economía podría haber ingresado en una tercera etapa, con el costo de vida acercándose peligrosamente al 30% anual.

"Hace siete años que el país viene sufriendo una inflación de dos dígitos y, de 2007 a la fecha, la única vez en que hubo una suba por debajo de 20% fue en 2009, en plena recesión de la economía. La novedad es que este año hay una aceleración muy marcada a partir de noviembre, con lo cual esperamos que el año termine cerca de 28%", advirtió Carlos Melconian, economista del estudio M&S.

Los economistas precisan que la aceleración de los precios se explica básicamente por el impacto de los aumentos en los alimentos. "El año está cerrando con una inflación en torno a 27 o 28 por ciento, empujada por una aceleración en los aumentos en los alimentos, que pegaron un salto de 4 por ciento en noviembre y de 5 por ciento en octubre. El impacto además es mucho mayor en el interior, donde los niveles de ingresos son menores y, por lo tanto, el costo de vida está más afectado por las subas en alimentos. Esto puede explicar que el efecto de los saqueos se haya sentido con tanta fuerza en las provincias y no tanto en Buenos Aires", señaló Jorge Todesca, presidente de la consultora Finsoport.

En la medición que realiza la consultora Elypsis desde febrero de este año, y que incluye el seguimiento de los precios de más de 150.000 productos, la semana que acaba de terminar fue la tercera con una alarmante suba de uno por ciento semanal. "El rebote fuerte se inició unos días antes de que se fuera Moreno y se fue acelerando al punto de que en la última semana cerca de la mitad de los productos que estamos midiendo registraron un aumento", señaló Luciano Cohan, socio de Elypsis.

En el caso puntual de los alimentos, los últimos anuncios oficiales sobre una canasta de productos congelados, que recién llegará a las góndolas en diez días, terminaron teniendo un efecto contraproducente.

Aumentos adelantados

"El año está terminando con una suba en alimentos muy fuerte, y, en este sentido, el anuncio de que el 1° de enero va a entrar a regir la nueva canasta de productos congelados no ayudó, porque muchas empresas adelantaron aumentos", señaló el economista Camilo Tiscornia.

A la hora de explicar la aceleración de la inflación, gran parte de las miradas apuntan a la política monetaria oficial. "Hasta 2007 la inflación no se explicaba por una única causa y había múltiples factores que impulsaban los aumentos, pero desde hace cuatro o cinco años no queda ninguna duda de que pasamos a tener una inflación de origen fiscal, generada por la política monetaria del Banco Central que debe cubrir el agujero fiscal", sostiene Melconian.

En cambio, Cohan, de Elypsis, prefiere poner la mira en la política cambiaria y la relajación de los controles. "El Banco Central está teniendo una política mucho menos expansiva desde hace varios meses, pero como contrapartida los precios se están alimentando con la devaluación y también hay algo de inflación reprimida. No es casual que las grandes cadenas, que eran las que tenían mayores controles, hoy sean las que encabezan los aumentos", señaló el economista.

Como si la disparada en los precios de los alimentos de los últimos meses no fuese suficiente, las perspectivas para el año próximo tampoco son demasiado halagüeñas. "Para 2014 proyectamos una suba de uno o dos puntos de la inflación, que se ubicaría en torno a 28 o 29 por ciento, siempre y cuando se mantenga la actual moderación en el ritmo de emisión por parte del Banco Central", explicó Aldo Abram, de la Fundación Libertad y Progreso.

"Lo que se viene es un cambio muy fuerte en materia de precios relativos. El tipo de cambio ya no funciona como un ancla para la inflación, con lo cual es esperable una suba en los precios de los productos exportables y de los importados, pero como contrapartida los servicios privados, que fueron los que más aumentaron en los últimos años, van a tener una moderación por la menor demanda. En este contexto, los más perjudicados son los más pobres, cuya canasta de consumo está compuesta mayoritariamente por alimentos y bebidas", advirtió Abram.

Llega la nueva canasta

Para hacer frente a la aceleración de la inflación, hasta el momento la política del equipo económico liderado por Axel Kicillof se basó en una renovación de los acuerdos de precios con los que venía trabajando Guillermo Moreno.

La primera medida nueva se conocerá el miércoles o jueves, cuando se anuncien cuáles serán los productos que integran la canasta de 120 artículos de primera necesidad que mantendrán sus precios congelados por los próximos tres meses. La lista se está elaborando a partir de un borrador aportado por los grandes fabricantes de alimentos.