El creciente deterioro en la cadena de pagos y las pobres cosechas de las últimas campañas, constituyen una seria preocupación para el sector agropecuario. Así lo reveló el empresario dedicado a este rubro, Emilio Fouces, que atribuye esta complicada realidad a varios factores. El primero es el climático que en determinadas temporadas trajo lluvias en abundancia y en otras oportunidades hizo que el rinde del suelo no fuera el esperado.

“Durante tres años ha faltado agua y en la misma cantidad de tiempo también hemos tenido exceso de precipitaciones. Por esto, hubo muchos campos sin sembrar y varios que se sembraron varias veces”, se lamentó el dirigente.

Acerca de los efectos negativos que este tipo de fenómenos provoca en los diferentes cultivos aseguró: “La soja es delicada; si vos la sembrás y le llueve mucho, enseguida antes que brote se pudre la semilla”, precisó el empresario agropecuario.

Asimismo una serie de aristas inciden para que el panorama se agrave, afectando en menor y mayor medida a medianos y pequeños productores. En este caso, el empresario planteó como uno de los principales problemas “el incremento de los costos de producción”. La posibilidad de hacerle frente a las erogaciones presenta dificultades si ese pago se debe hacer “en dólares”, alertó Fouces.

La imposibilidad de tener rentabilidad en las cosechas eleva el nivel de conflictividad en el sector agropecuario. Para Fouces esto lleva “a que vayan quedando saldos pendientes, campaña tras campaña, con los proveedores de insumos, con los bancos, con algunos contratistas, con los propietarios de los campos en los casos de los arriendos. Esos saldos que van quedando van generando intereses”.

Consultado por la forma de cubrir el déficit explicó: “Se hace mediante el endeudamiento, sobre todo de los medianos y pequeños productores. Siempre las empresas proveedoras de insumos acompañaron a los productores y es muy raro que se llegue a una instancia judicial con un productor genuino”.

Según publicó el Diario Uno, el profesional consideró que los empresarios deberían “achicarse, parar de crecer sembrando, generando deudas importantes”. En su calidad de representante de varias empresas sostuvo que “en estos últimos tres años han crecido exponencialmente los pasivos. Se están abultando y se va a hacer más complicado cumplir con esos compromisos crediticios que está tomando el productor”. La problemática afecta a los cultivos en general e impacta en la rotación de los mismos.