El INTA Marcos Juárez evaluó la situación económica esperada en trigo para el ciclo 2013/14 considerando el manejo tecnológico más frecuente del productor de la zona del sudeste de Córdoba.

El precio esperado a cosecha en trigo es un 41 % superior al estimado en igual época de la campaña pasada mientras que los costos de implantación y protección aumentaron un 19,7 %. A su vez, los costos de comercialización se mantuvieron en pesos por lo que el precio neto en chacra esperado es un 42 % superior al existente a la siembra de la campaña 2012/13. Por ello, el rendimientos de indiferencia, que cubre el costo de implantación y protección, para un productor propietario disminuyó un 15,6 % al pasar de 18,5 q /ha en mayo ’12 a 15,6 q /ha en la actualidad.

Considerando el aporte del trigo en una rotación balanceada con leguminosas y gramíneas, su elección en los sistemas agrícolas y mixtos permite mantener la diversidad productiva y económica disminuyendo el riesgo en la empresa.

La evolución de los precios internos muestra una leve tendencia decreciente aparte de los picos de 2002 (devaluación de salida de la convertibilidad) y 2008 (suba de precios internacional). La superficie sembrada de trigo presenta también una tendencia decreciente más marcada que fue potenciada en 2009 y 2012 por adversidades climáticas. También, en los últimos cinco ciclos se muestra una cierta correlación positiva (0,49) entre los precios a la siembra y la superficie dedicada al cereal.

Se observa que luego del pico de superficie y producción del 2007/8 bajó fuertemente la siembra y producción de trigo por causas climáticas y económicas manteniéndose la producción en los últimos tres ciclos un 25% debajo de los valores del primer quinquenio de la década.

Las expectativas para el nuevo ciclo son positivas, a partir de la buena condición edáfica, la mejora en el precio esperado a cosecha y la anunciada restitución de parte de los gravámenes a la exportación. Por ello se estiman mejoras del 10 al 15 % en la superficie sembrada llegando a valores algo superiores a 4 millones de hectáreas y producción de 13 millones de toneladas (USDA, 2013).

La competitividad del trigo, integrando el doble cultivo con soja de segunda es similar a la del maíz y ambas superan al resultado de soja como monocultivo. Además de las ventajas agronómicas para el recurso suelo del uso de los cereales mencionados cabe mencionar la eficiencia financiera del doble cultivo respecto al maíz. En este caso considerando el índice que relaciona el margen respecto al costo directo en el doble cultivo se obtiene 1,7 respecto a 1,5 en maíz, a esto se debe agregar la ventaja financiera de la utilización del ingreso de la venta de trigo para cubrir los gastos de la implantación de soja de segunda.

El cultivo de trigo muestra una perspectiva económica favorable para la próxima campaña 2013/14. Esto es debido a una serie de factores, por un lado buenas condiciones edáficas a la siembra junto a un precio esperado superior al histórico permiten esperar un competitivo margen a cosecha. Por otro lado también cabe mencionar las medidas de política sectorial recientemente fijadas que se espera que, de cumplirse adecuadamente, mejoren la comercialización del cereal.

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