El maíz y la soja se van distanciando en el mundo. Cada vez de forma más categórica.

Mientras el cereal revela un panorama aceptable en términos de producción, la soja muestra un cuadro preocupante.

Por ello, la perspectiva de precios para el primero no es halagüeña, mientras que para la segunda resulta alentadora.

Los datos que acaba de publicar el USDA lo muestran claramente.

Respecto al cereal, ha elevado la producción estimada y el stock final del nuevo ciclo. Los números han superado las expectativas del mercado.

No en balde, ProFarmer publica hoy 12 de septiembre que “el USDA sorprende al mercado con una cosecha más grande de maíz”.

Efectivamente, los operadores han quedado sorprendidos. Según el organismo oficial la producción para EE.UU. llegaría a 351,64 millones de toneladas.

Tal tonelaje resulta más elevado que el estimado en el mes anterior cuando se creía en un volumen de los 349,60 millones. Se trata de una mejora de algo más de 2 millones de toneladas.

¿La razón?

En principio se estima que el clima seco no habría logrado afectar seriamente al cereal.

Con un cuadro así, los valores futuros (noviembre/diciembre) del maíz en los mercados internacionales cayeron visiblemente por la expectativa generada por el informe acerca de una mayor producción en el Corn Belt de lo esperado.


A diferencia del cereal, el USDA ha publicado datos pesimistas para la cosecha de soja en EE.UU. Así reveló que aguarda una caída en el rendimiento unitario.

Sólo Pennsylvania y Ohio lograrían mejorar su rendimiento este año. La mayor parte del Medio Oeste tendría una fuerte baja en los rindes respecto a lo estimado el mes pasado.

La baja sería fundamentalmente por una acentuada reducción en el número de vainas, obviamente a resultas de la escasez de precipitaciones registrada al final de la campaña.

El informe ha resultado, entonces, poco alentador para la producción de soja en EE.UU. Prevé un volumen para la campaña de un 3% menos que lo estimado en agosto.

La nueva producción sería ahora, según el organismo, de 85,71 millones. Y el rinde promedio giraría en torno a 27,71 quintales por hectárea, claramente más bajo que el cálculo de 28,65 quintales del mes pasado.

De esta forma, las existencias para el país pasan a ubicarse en un nivel delicado algo que podría incentivar a mayores entradas de los fondos especulativos.


Sin embargo, la reducción en el primer productor mundial – a la que debe agregarse la reducción que sufre Rusia y China- no afectaría sustancialmente la oferta global por el aporte de Brasil.

Se estima que el país sudamericano pasaría a ser el primero en el ranking mundial al lograr una cosecha de 88 millones de toneladas, 3 millones más que en el anterior reporte del USDA.

La mejora reciente en los precios internacionales más la depreciación del real actuaría como incentivo para el aumento de la producción.

Así están las cosas. Con estos números deberíamos aguardar un mercado firme para la soja y algo más flojo para el maíz.

Pero a medida que nos adentremos en la campaña de América del Sur, es posible que los valores tomen otro rumbo.

Las cosas han cambiado. La pelota ahora está en la cancha del sur.