La producción de caña de azúcar es la segunda actividad de mayor importancia económica y social del noroeste argentino y, según el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, el sector crecerá un 33% para 2020.
En la actualidad genera 45 mil puestos de trabajo directos e ingresos por $ 8.000 millones anuales.
Con 365 mil hectáreas cultivadas y una molienda de 20 millones de toneladas de caña, de acuerdo con las estimaciones del INTA, crecerá un 10% para 2016 y un 33% para 2020.
La caña de azúcar en el NOA es un cultivo de fuerte identidad cultural y una producción clave de la economía regional de Tucumán, Salta y Jujuy, con una participación del 98% sobre el total de la producción nacional, y, en menor medida, en Santa Fe y Misiones.
En las últimas tres campañas, el sector alcanzó una producción promedio de 2,1 millones de toneladas de azúcar y cerca de 380 millones de litros de alcohol destinado a biocombustibles, sobre una molienda de 20 millones de toneladas de caña.
Según publicó Ámbito Financiero, esta cifra podría aumentar, de acuerdo con la estimación del INTA sobre "techos productivos sustentables de las cadenas agroalimentarias y agroindustriales".
"Para que esto se cumpla, se deben tener en cuenta las condiciones climáticas, la inversión en infraestructura y que las zonas de Formosa, Chaco, Corrientes y Misiones se sumen a la actividad sucroalcoholera", resaltó Jorge Wallberg, investigador en hortalizas y caña de azúcar del INTA Yuto, Jujuy.
En la Argentina, hay 365 mil hectáreas de cañaverales cuya producción se destina a 23 ingenios que elaboran azúcar y 16 destilerías, que obtienen alcohol destinado a mezclas con naftas.
Según José Minetti, director del INTA Yuto, Jujuy, "hay una tendencia hacia el incremento de la superficie implantada debido a las expectativas generadas por la ley nacional que regula y promociona la producción y uso sustentables de biocombustibles".